Pareciera ser un empeño en ver al país en la más profunda ruina, si según el conocido adagio “el trabajo dignifica” entonces el ocio es indigno, destruye la dignidad del ser humano, además de ser la madre de todos los vicios, podemos decir entonces que lo que se promueve desde el Gobierno Nacional es en lo absoluto provechoso para Venezuela o los venezolanos.
Se ha dicho hasta la saciedad y no está de más repetirlo: este país solo saldrá adelante con trabajo, con producción, con efectividad en nuestras actividades laborales, en cambio, cada día perdido nos acerca más, al triste destino de una nación totalmente arruinada, creando nuevas generaciones que serán más lentas ya sea por una evidente desnutrición así como por un estímulo oficial a la flojera, eso acelerará la vorágine hacia el subdesarrollo, contra eso es nuestra lucha.
Decretar días libres para reducir el consumo eléctrico no solo es ineficaz, es estúpido. En el caso de que funcionara como medida para reducir el consumo de energía, sería el equivalente a reducir por decreto la cantidad de comidas al día en vista de la escasez de alimentos, pero aparte de ser la respuesta incorrecta al tratar las consecuencias y no las causas del problema, resulta que la medida parte de una premisa falsa, si la gente no trabaja consume menos energía eléctrica, pero incluso ellos mismos han declarado con anterioridad (http://www.lapatilla.com/2016/03/28/gobierno-reconoce-fracaso-de-plan-ahorro-de-energia-en-semana-santa/) que ese tipo de medidas son totalmente ineficientes, según cifras oficiales el consumo residencial es el 40% de la demanda de energía eléctrica, y tiene sentido, dado que en vez de trabajar 5 personas en una oficina con un aire acondicionado, se van a sus hogares a prender 5 aires acondicionados, lo mismo pasa con la iluminación y otros artefactos eléctricos.
Lo que más preocupa es que todavía hay un grupo de ciudadanos que se alegra cuando decretan este tipo de puentes de 5 días, no podemos celebrar la flojera y el atraso, hoy en nuestro país es sumamente difícil hacer algún trámite ante la administración pública, imagínese usted intentar registrar o notariar un documento, que ya de por si las notarías y registros se encontraban abarrotadas pero que en esta semana solo trabajaran dos días y apenas hasta la 1:00 p.m.
Vivimos en un país donde la administración publica esta sobrepoblada, la burocracia se come el tiempo y la paciencia de los venezolanos, todo para que el administrado tenga que sucumbir en muchos casos, ante tanta ineficiencia, al flagelo de la corrupción administrativa, el popular “déjame pa los frescos” súmele usted el hecho de que esas oficinas solo trabajaran 20 horas semanales menos las horas del almuerzo, del desayuno, del conversar con los compañeros se reduce por lo menos a 15 horas a la semana para atender todo el flujo de personas que acuden buscando solución a sus problemas.
Aquí lo que debe promoverse para acabar con la cultura del facilísimo y la flojera es precisamente trabajar más, no solo durante más tiempo sino más eficientemente y de una vez por todas espantar la contracultura de buscar la vacación constante, decirle pues adiós al subdesarrollo, levantarnos y exigirle al gobierno que no promueva más atraso, por favor ¡No más Flojera!