La bolsa plástica está considerada como uno de los artículos más contaminantes del mundo en la actualidad. Tanto su fabricación, como su eliminación, generan gases de efecto invernadero, responsables del cambio climático actual.
Nota de prensa Alego Comunicaciones
Las bolsas de plástico -convencionales u oxobiodegradables- se fabrican con polímeros derivados de los hidrocarburos (gas, petróleo), combustibles fósiles cuyo consumo emite gases a la atmósfera tales como Dióxido de Carbono y Metano, directamente vinculados con la alteración del clima del planeta. Por otra parte, la destrucción por la vía de la incineración de este artículo de efímera vida útil (25 minutos en promedio) genera otra cantidad de gases con efectos perversos sobre el clima y la vida en La Tierra.
Registros sistemáticos desde 1950 indican un aumento sostenido del promedio de la temperatura global del planeta en 0,85 °C., así como un aumento del nivel medio del mar de 20 cm entre 1901 y 2010, como consecuencia de la alteración de los patrones normales del clima, de acuerdo a lo que recoge un documento de la Cátedra Libre de Cambio Climático de la Universidad Central de Venezuela. Consideraciones-de-la-Catedra-Libre-de-Cambio-Clima?tico-UCV-Acuerdo-de-Paris-COP21.pdf
El mismo documento señala que todos los países emiten gases de efecto invernadero, y la lista la encabezan China, con 23,25 % del total mundial, Estados Unidos con 12,6 % y la Unión Europea con 8,9 %.
Apoyado con las estadísticas de las Naciones Unidas para las Metas de Desarrollo del Milenio, el Biólogo y Magister en Gerencia Ambiental, Alejandro Luy, gerente general de Fundación Tierra Viva, señala que Venezuela, por ser productor de petróleo, y considerando el patrón de consumo de bolsas plásticas que tiene (4 mil millones al año), es de los países de América Latina que más emite gases de efecto invernadero.
“La buena noticia es que Venezuela, al suscribir el Acuerdo de París en la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático COP21, aprobado el 12 de diciembre pasado, se alinea con el esfuerzo global por controlar este fenómeno, lo que es tremendamente importante por la vulnerabilidad de nuestro país frente al aumento de la temperatura, a las sequías, inundaciones y deslaves” señala Luy.
Políticas públicas y la acción individual consciente
Cuatro años suma ya la campaña de Responsabilidad Social Cuadra Limpia y Saludable, impulsada por la alianza Fundación Tierra Viva – Botiquería, alertando sobre los efectos perjudiciales de la bolsa plástica y promoviendo la acción individual para contribuir a la reducción del problema.
En 2012 la alianza sumó al país a la conmemoración del Día Internacional Sin Bolsas Plásticas, celebrado los 3 de julio. Coincidiendo con esa fecha, en 2014, se hizo pública su investigación “Bolsas plásticas: un problema nada ligero, políticas públicas y su impacto en la reducción del consumo de bolsas plásticas”, la cual identificó diversas estrategias en políticas públicas para reducir el impacto ambiental de las bolsas plásticas en más de 30 localidades del mundo. Esta investigación se compartió con autoridades con competencia legislativa en los ámbitos nacional, regional y municipal.
“Nuestra expectativa es que ese documento permita generar intercambio de ideas entre alcaldías, gobernaciones, el Ministerio de Ecosocialismo y Aguas, Pequiven y la Asamblea Nacional, con el sector privado y otros actores de la sociedad, que se traduzcan en normas, decretos o alianzas voluntarias para trabajar de manera coordinada en este problema nada ligero”, concluye a modo de llamado, Alejandro Luy.
Este año, Cuadra Limpia y Saludable generó una campaña basada en afiches dirigida al ciudadano, cuyo objetivo es procurar en él una toma de conciencia y un cambio de conducta sobre el consumo de la bolsa plástica.