No había otra forma de frenar su crecimiento. Vecinos en comunidades afectadas pueden, por ahora, estar tranquilos. Pero la calma tiene un precio: la sequía. El Lago de Valencia pierde mensualmente 5 centímetros de su cota debido al racionamiento de agua, informó el ingeniero Germán Benedetti, exlegislador regional. “Para el 19 de enero la cota del Lago era de 412,56 metros sobre el nivel del mar (m.s.n.m.); y la medición más reciente muestra que ha perdido 24 centímetros, al estar en 412.32 m.s.n.m”.
Casi todo retorna a las cuencas. Se calcula que 80% del agua que llega a las casas se devuelve a la red de cloacas como aguas residuales. “Lo que se ha venido haciendo es cerrar el chorro en las comunidades para que haya menos descargas directas al Lago”. El organismo responsable, a juicio de Benedetti, es la Compañía Anónima Hidrológica del Centro (Hidrocentro).
Las obras para el control y saneamiento de la cuenca del Lago nunca fueron ejecutadas. Pero están vigentes, aclara. Recordó que en año 1995 el consorcio de empresas Caltec-Otepi-CDM realizó un estudio financiado por el Banco Mundial y entregado al Ministerio de Ambiente. En él, se tenía prevista la construcción de plantas depuradoras, pero sobre todo la recuperación de seis mil hectáreas agrícolas en la cuenca del reservorio de agua.
Para Benedetti es fundamental que se recuperen los cultivos de Alta Demanda de Agua (ADA), como la caña de azúcar, el cambur y el plátano. Una hectárea de estas plantaciones podría consumir hasta un litro por segundo de agua del Lago: suficiente para bajarlo un metro por año hasta llevarlo a su cota de seguridad: 408 m.s.n.m.
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