La Federación Venezolana de Fútbol dio a conocer la aprobación de la memoria y cuenta 2015. El comunicado indica que en la reunión de Margarita se totalizaron: 33 votos a favor, 1 voto nulo y 14 en contra. La asociación de clubes profesionales incluso envía un comunicado público, a continuación el texto:
Tony Carrasco y el movimiento GFVF fijan posición en torno a las nuevas decisiones federativas.
Desde el movimiento GFVF nos parece un chiste, una exposición “chucuta” de un organismo en entredicho nacional e internacionalmente, con procesos administrativos abiertos, fiscalizaciones y allanamientos que muestran lo poco creíble de las cifras de la gestión cuando precisamente la parte financiera es una burla a todos los venezolanos dolientes del fútbol la manera en como se aprueba esta memoria y cuenta, donde la actual directiva pretende aferrarse a las viejas costumbres que no han traído los resultados más óptimos para el fútbol nacional.
Es el momento de un cambio que respalde y nutra las bases del fútbol venezolano, cambio que debe darse en el seno de la Federación para ir logrando las metas que hasta el momento han sido sólo una utopía y donde se logre un consenso unánime cuando se presente con una fiscalización externa los números del máximo organismo del balompié.
La FVF achaca el desastre total a la falta de recursos cuando todos sus miembros son cómplices de la mala administración.
Reiteradamente, el presidente Laureano González opina en nombre del organismo y del suyo propio sobre los hechos que han llevado a la Vinotinto al caos, reconociendo a su vez el pésimo momento que atraviesa el fútbol venezolano y argumentando que toda la crisis obedece al problema económico que atraviesa el país y la austeridad del ente que rige el balompié nacional.
Nosotros como movimiento conformado por más de ciento cincuenta personas en todo el país y que busca con miembros dolientes de nuestro fútbol mejorar las estructuras de la actividad balompédica a todo nivel, entendemos que la crisis económica de la FVF es producto de una mala administración durante años, donde además de los hechos de corrupción que todos conocemos, nunca se pensó en el futuro ni en los compromisos que venían.
Si los 7 millones de dólares que se pagaron como fianza por Rafael Esquivel hubieran reposado en las arcas de la federación, así como otros ingresos desviados, seguramente el colchón estaría más confortable ahora en momentos de vacas flacas. Por otra parte, bajo otros mecanismos de autogestión y buen manejo de finanzas seguramente las cosas serían diferentes, consideramos que los miembros de la Federación Venezolana de fútbol, son cómplices por omisión y deben dar un paso al costado en vista de la hecatombe que atraviesa la entidad que se ha convertido en uno de los momentos mas oscuros de la historia del balón nacional.
Ahora no hay dinero para cumplir con los jugadores, los cuales están descontentos, tampoco para contratar a un técnico de mayor jerarquía internacional porque a pesar de las virtudes y el compromiso de Rafael Dudamel no hay espacio para ver un poco más allá con algún entrenador mundialista, ni se asoma a distancia la posibilidad de ser más ambiciosos.
Afirmaron en el panel de la conferencia que tampoco los DT anteriores tenían la experiencia suficiente cuando asumieron sus cargo, vale preguntarse si esa es una de las razones por las cuales no consiguieron en ese momento llegar a la cita mundialista.
Se les obsequia un ramo de flores tardío a las chicas de la selección femenina, heroínas que tuvieron que luchar contra corriente, sin condiciones cuando las necesitaron, ahora el retrato con las campeonas no es natural sino montado, una excusa para justificar lo que no se hizo en el momento.
La federación tiene deficiencias administrativas, eso está claro, pero el mayor problema es que adolece de estructura en todos sus tenáculos y actividades. Allí radica el problema.
Con un esfuerzo tecnológico, de marketing acomodándose a los nuevos tiempos con la modernidad de otros países como ejemplo de desarrollo deportivo. Es decir, gerenciando realmente con un proyecto estructural completo, general, real y posible con el financiamiento de los recursos que se han esfumado por treinta años de gestión errónea. Esa, donde muchos que amparan sus excusas en las manos atadas por el incumplimiento de Pdvsa o las divisas gubernamentales, han sido parte y protagonistas del fracaso de todos estos años.