Periodistas de Paraguay denunciaron la impunidad de 17 asesinatos de comunicadores desde el fin de la dictadura, en 1989, situación que “ayuda a que se sigan produciendo” esos crímenes, aseguró hoy Dante Leguizamón, hijo de Santiago Leguizamón, el primer cronista asesinado en el país en democracia.
EFE
Leguizamón realizó estas declaraciones en un encuentro organizado por el Sindicato de Periodistas de Paraguay (SPP) la víspera de que se conmemore en Paraguay el Día del Periodista, fecha en la que se cumplirán también 25 años del asesinato de Santiago Leguizamón.
“Son 25 años de impunidad, 25 años sin poder decir públicamente quiénes fueron los que mandaron matar a Santiago. La impunidad de los autores morales de asesinatos contra periodistas en Paraguay es del 100 %”, aseguró Leguizamón, que pertenece al estatal Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura (MNP).
Santiago Leguizamón murió el 26 de abril de 1991 en la ciudad fronteriza de Pedro Juan Caballero, y se convirtió así en el primer comunicador asesinado tras la caída de la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989).
Su hijo agregó que la investigación se encuentra paralizada en Paraguay y que la impunidad del crimen trasladó el mensaje de que “es muy sencillo seguir matando periodistas en Paraguay”.
Tras su muerte se produjeron en el país 16 asesinatos más de comunicadores, señaló Leguizamón, quien a fines de 2015 presentó el caso de su padre ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en Washington.
La Relatoría Especial para la Libertad de Expresión (RELE) de la CIDH expresó que el caso de Leguizamón será considerado “prioritario”, afirmó hoy Felipe Llambías, uno de sus integrantes, también participante en el seminario internacional de periodistas.
Las amenazas y violencia contra comunicadores sumaron un nuevo capitulo en Paraguay en octubre de 2014 tras los asesinatos del periodista Pablo Medina, del diario ABC Color, y de su asistente Antonia Almada.
Ambos fueron asesinados mientras investigaban los presuntos nexos del narcotráfico con políticos del departamento de Canindeyú, en la frontera con Brasil.