Pero honrar es una palabra seria. Implica cumplir lo acordado. Más cuando lo acordado es ni más ni menos que el pacto social, el contrato de convivencia contenido en la Carta Magna. Esa misma que además ordena a la Fuerza Armada Nacional a defender y salvaguardar.
Y hablando de la Fuerza Armada Nacional, la inmensa mayoría de sus miembros han de ejercer su derecho constitucional a sufragar y revocar a Nicolás Maduro este mismo 2016. Es su derecho y es el derecho de los civiles. ¡Es nuestro derecho, el de todos los venezolanos! Derecho bolivariano al fin.
Es por ello que el General Padrino López ha de garantizar que se dé en buena lid el referendo revocatorio. En buena lid quiere decir este mismo año y en paz, sin coacción ni coerción alguna. Porque es un asunto constitucional. De Soberanía Popular. Poder Originario.
Todos, menos Maduro et al., queremos salir de esta miserable crisis. Por eso el cambio pasa por la salida constitucional de este elemento tan nocivo para la salud social.
La votación de nuestros hermanos militares en las elecciones del 6 de diciembre fue un claro grito de cambio. Nada ha mejorado. Todo ha empeorado. En el venidero referendo revocatorio el grito será mayor.
La Fuerza Armada Nacional también revoca.