Gerardo Pantín Shortt y su familia han ganado desde la década de 1980 cientos de millones de dólares en contratos de la compañía estatal petrolera de Venezuela. La relación continuó su florecimiento incluso después que Hugo Chávez —aliado a ultranza de Fidel Castro y un archienemigo del capitalismo estadounidense— llegó al poder en 1999.
Por: Nicholas Nehamas y Jim Wyss para El Nuevo Herald
Ahora Pantín usa su fortuna para financiar la construcción de una torre de apartamentos de lujo de $100 millones en Miami, el corazón palpitante de la oposición antichavista en Estados Unidos.
Pero el nombre de Pantín no está en ningún folleto de ventas, ni en los registros de de la firma que construye la torre.
Una demanda presentada en el Condado Miami-Dade por un ex socio alega que Pantín escondió su participación en el proyecto a través de compañías de fachada y testaferros.
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