Dorelys Mendoza dejó todo listo la noche del lunes. La lonchera de los niños y hasta el almuerzo estaba adelantado. Se planificó con el plan de administración de carga en mano, que indicaba que el martes en su comunidad el servicio sería interrumpido de 4:00 a.m. a 8:00 a.m. Y así fue, antes de despertarse se dio el corte y al salir de casa aún no se había restituido, y en teoría al llegar del trabajo podría cumplir su rutina con normalidad. Pero justo un poco antes de las 6:00 p.m. un nuevo apagón la sorprendió y se extendió hasta la 1:00 a.m. Lo que se tradujo en ocho horas adicionales de racionamiento, reseñó El Carabobeño.
Todo indica que el ministro de Energía Eléctrica, Luis Motta Domínguez tenía razón. Él lo advirtió justo al oficializar un ahorro residencial al que ya estaba siendo sometida la población del interior del país. “Puede haber interrupciones no programadas producto de cortocircuitos, la caída de una rama en un cable, o también interrupciones con malas intenciones, producto del sabotaje”.
Pero Dorelys y sus vecinos en San Blas solo saben que sus alimentos se están dañando por falta de refrigeración, sus equipos electrónicos se averían por los cortes repentinos y que la planificación de sus jornadas diarias se desordenan con esta situación.
Aixa López, presidenta del Comité de Afectados por los Apagones en Venezuela, fue clara: “Esto evidencia que lamentablemente el sistema está colapsado”. La falta de mantenimiento del tendido de generación, transmisión y distribución ha ocasiona severas fallas que ocasionan que los usuarios el servicio sufran una doble penalidad, la del plan de administración de carga y la de los cortes no programados.
También hubo reportes de interrupciones prolongadas hasta de 30 horas en Zulia, Lara, Mérida, Guayana, Lara e incluso en la Gran Caracas, que está excluida del Plan de Administración de Carga por ser sede de las principales oficinas de los poderes públicos.
Las protestas espontáneas han sido la respuesta a esta crisis. La noche del martes habitantes de distintas comunidades de Carabobo salieron a las calles a manifestar. En varios sectores de Naguanagua como Tazajal y La Granja pusieron obstáculos en las principales calles y avenidas. En Valencia fue en Parque Valencia, El Trigal, Prebo e incluso en la autopista del Este donde quemaron cauchos y tocaron cacerolas.