De acuerdo a los cálculos del director de la firma Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros, los costos para Venezuela en caso de declarar default pudiesen ser “muy elevados” y, por ello, el Estado ha priorizado el pago de la deuda externa.
Pese a que el país “sufre la contracción de importaciones más alta de su historia”, según el economista, el Gobierno venezolano ha estado acumulando los fondos para hacer frente a estos pagos porque no tiene otra alternativa.
“Efectivamente, el Estado ha priorizado el pago de la deuda. Para que tengan una idea, de cada $100 que este año nos van a ingresar por concepto de exportaciones petroleras, tenemos que destinar $60 para el pago de la deuda. Esa es una cifra que compromete el flujo de caja, no necesariamente el Estado está pagando esa deuda y está obteniendo un beneficio”, expuso durante su intervención el foro “El impacto de la deuda externa en los derechos humanos”, celebrado este viernes en la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab).
En enero, el presidente Nicolás Maduro anunció que en 16 meses, Venezuela pagó $27.000 millones en capital e intereses de la deuda externa. Este año, deberá enfrentar un compromiso de deuda que suma al menos $9.930 millones, entre vencimientos de capital y pago de intereses –incluyendo los $1.500 millones del bono Soberano 2016– ; que lo obliga a lidiar con la caída del barril de petróleo.
“Ningún otro país de Latinoamérica tiene condiciones tan duras en el manejo de su deuda externa como Venezuela”, aseguró y, a continuación, desglosó tres razones para explicar ¿por qué el Estado sigue pagando?:
“No tenemos cláusulas de acción colectiva. Es decir, cualquier tenedor de deuda que no esté de acuerdo en el proceso de negociación, puede demandar a la República, cosa que no sucede en otras partes del mundo”.
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