No trataremos comparativamente las bellezas naturales o no de ambos países. Se trata de algo más sencillo: Aquello que depende del hombre. No hablamos del caso Venezuela (el lector local sabe a la perfección el estado actual de las cosas) sino de un ejemplo en España: Un autobús con todas las facilidades y comodidades para transportar turistas, como alguna vez los tuvo Venezuela. En el estado actual de las cosas, esos autobuses para el turismo salen de terminales muy confortables, que incluso tienen máquinas expendedoras de medicinas.
Las fotos nos la envía una venezolana que está haciendo desde el autobús Premium el trayecto desde Granada a Madrid, desde el WIFI del autobús.
El interior semeja el de un avión comercial. Las butacas con cómodas, reclinables, se cuenta con servicio de azafatas, y de canapés durante el viaje. Cada butaca cuenta con una pequeña pantalla que da acceso a computadora y TV
Y ¿cómo es por fuera? Como cualquier autobús moderno. La diferencia está en el equipamiento. Veamos cómo van las cosas por otras latitudes para que entendamos el atraso que tenemos en el país tras 17 años de gobiernos marxistas y hacia dónde se deben hacer los esfuerzos para desarrollar el turismo en Venezuela, una país bellísimo pero con una pobre y atrasada infraestructura (lapatilla.com)