Por Juan Antonio Avellaneda (Londres) para Konzapata– Sin tomar en cuenta el pasado u el origen de los recursos del grupo O’Hara y siendo objetivo desde el punto de vista de negocios, ellos en este punto tienen razón. No es lógico premiar una gerencia que fue la causante de la quiebra de la empresa. Quizás la mala imagen de los bolichicos ha ayudado indirectamente a la gerencia de Pacific dado que se está más pendiente de los 300 millones de dólares que perderán los bolichicos que de las causas de la quiebra de la petrolera y del plan de salvamento que se está llevando a cabo.
Y es que como escribí en esta columna el pasado primero febrero, sobre las decisiones gerenciales de esta compañía no todo parece estar claro y transparente. El alto endeudamiento de 5.000 millones de dólares para proyectos que no han dado resultado, la compra sobrevaluada según analistas, de la empresa colombiana Petrominerales, liderada por el ex presidente de PDVSA, Luis Guisti, y según el portal Seekingalpha.com, algunas transacciones como alquileres, que parecen opacas, han sido, según el consenso del mercado, más determinantes en la quiebra de Pacific que la baja de los precios del petróleo.
Por lo tanto el grupo O’Hara ( la empresa que agrupa a los bolichicos) ha emitido una serie de declaraciones en la prensa colombiana reclamando lo que para ellos es una operación fraudulenta ya que no beneficia a todos los accionistas por igual dado que la gerencia sería premiada con el 10% de la compañía.
Esto último no está claro. La gerencia insiste que no es así. Pero cuando en Bloomberg comenzó a publicar el plan sobre de rescate promovido por The Catalyst Capital Gropu, se decía firmemente que la gerencia –fundadores de la empresa- se quedaría el 10% de las acciones, quedando el 58% en manos de los bonistas y el resto en propiedad de Catalyst.
Sin tomar en cuenta el pasado u el origen de los recursos del grupo O’Hara y siendo objetivo desde el punto de vista de negocios, ellos en este punto tienen razón. No es lógico premiar una gerencia que fue la causante de la quiebra de la empresa. Quizás la mala imagen de los bolichicos ha ayudado indirectamente a la gerencia de Pacific dado que se está más pendiente de los 300 millones de dólares que perderán los bolichicos que de las causas de la quiebra de la petrolera y del plan de salvamento que se está llevando a cabo.
El otro gran accionista El Grupo Alfa de Mexico no tiene problemas de dinero ni de legitimación del mismo. Por el contrario, es uno de los más sólidos grupos empresariales de México y cuando entraron a Pacific, la gerencia los vio como un socio confiable a largo plazo. Alfa, bajo este esquema de salvamento de la empresa también perderían todo (unos 1.000 millones de dólares). Alfa ahora es un aliado potencial de los bolichicos, pese a que estos le echaron a perder la OPA que lanzaron el año pasado.
Como se ve, el caso de Pacific E&P está lejos de resolverse. Una de las batallas accionarias latinoamericana más activas de los últimos tiempos está en pleno desarrollo. Es la hora de los pleitos, los abogados y la opinión pública. Lo triste es que es la imagen de gerentes venezolanos de alta calificación la que está en juego en el exterior. La historia les puede salir al revés.