Lluvias y duro racionamiento eléctrico aportó 15 centímetros a Guri este fin de semana

Lluvias y duro racionamiento eléctrico aportó 15 centímetros a Guri este fin de semana

(Foto Reuters)
(Foto Reuters)

 

El embalse de la Central Hidroeléctrica Simón Bolívar, en Guri, ganó 15 centímetros este fin de semana debido al inicio de la temporada de lluvias y el esquema de racionamiento que viene aplicando el Gobierno, con acento en la industria y sectores más empobrecidos, informa Correo del Caroní.

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Para el sábado la cota del embalse era  241,42 centímetros a las 7:00 de la mañana y este lunes 241.57 metros sobre el nivel del mar.

La explicación vino por cuenta del licenciado en Geografía (UCV), especialista en meteorología y climatología, Esteban Perdomo, lo explicó hace unas semanas cuando comenzaron las primeras lluvias.

“Si disminuye el caudal turbinado para la generación de hidroelectricidad (racionamientos) y aumenta el caudal de aporte del río Caroní (lluvias), disminuye la rata de descenso”, y  es justo eso lo que ha ocurrido.

El ingeniero e investigador de la crisis eléctrica, José Aguilar, comparó el comportamiento de la central el 1 de mayo con la misma fecha de 2010, cuando el Gobierno decretó una emergencia con las mismas características.

Con base en ese análisis, el embalse tiene un 19 por ciento más de caudal de aporte, pero este aporte “es 50 por lluvias adicionales y 50 por ciento por la restricción energética al país, bien sea por racionamiento programado o no”.

Pero si algo distingue esos dos períodos es en el caudal turbinado, donde hubo una reducción de un 42.6 por ciento. Esa variación, advierte, es inapropiada porque “operar a bajo caudal es daño por las vibraciones que eso genera en las turbinas. Tampoco conviene que sigan haciendo lo que están haciendo”.

En ese esquema, la energía generada promedio fue 54.2 por ciento con respecto a 2010. En 2016 se generó 55 GWh mientras que en 2010 fue de 120 GWh.

“No se justifica operar a ese bajo caudal, es una reducción significativa y es un nuevo mínimo histórico que no se puede justificar”, comenta.

Otro aspecto a destacar es el nivel de la energía firme, es decir, el nivel que debe tener el embalse para garantizar que pueda soportar 32 meses de hidrología desfavorable sin comprometer la cota mínima de operación que es la 240.

“Es evidente que están restringiendo la operación del embalse de una gran manera, lo cual repercute en Caruachi y Macagua, es una maldad del Gobierno contra los venezolanos”, señala.

Desde Guayana, en 2010, se exportaban 7.300 megavatios, mientras que ahora se envían 4.300 megavatios. Es una especie deahorcamiento que limita la reactivación económica al país. “Esto es vapuleando a los centros comerciales y al país, a las pequeñas y medianas industrias, y esto es lo que va a generar más escasez y más inflación para el país”.

El soporte termoeléctrico

Si en algo han coincidido los expertos eléctricos del Grupo Zuloaga y pioneros de la construcción y administración de Guri, es que la generación termoeléctrica es la respuesta a la crisis de hoy más que el fenómeno climatológico.

Aunque en comparación con 2010 hay un incremento de 25 por ciento en la potencia térmica, este es insuficiente y mínimo después de inversiones de más de 40 mil millones de dólares, acota Aguilar.

Casi se duplica la capacidad termoeléctrica instalada en los últimos seis años, empero, solo está disponible 7 mil megavatios lo que comprueba, insiste Aguilar, el pobre desempeño.

“Después de haber gastado un dineral en casi duplicar la capacidad instalada, casi ha triplicado la indisponibilidad y eso no representa una fórmula para el éxito. Hoy tenemos un 60 por ciento indisponible”.

En esos términos, si no se aumenta significativamente la generación termoeléctrica -la única manera que pueda recuperarse el embalse- el plan de racionamiento seguirá extendiéndose, incluso más de los 40 días anunciados por Corpoelec.