– Pero no son solo colombianos. También se mezclan inversionistas venezolanos que creyeron en un proyecto que luego se convirtió en una gran empresa. Ahora se habla de la letra chiquita del prospecto, la letra chiquita que siempre trae problemas.
Por Redacción @KonZapata
Un artículo de la prestigiosa revista Dinero deja al descubierto múltiples interrogantes. El clima de conflicto en Pacific E&P lejos de aclararse se oscurece. El artículo de Dinero se titula “¿Quién defenderá el futuro de los afectados por la crisis de Pacific?”. Resulta pertinente tomar en cuenta los aspectos clave:
-Los “inversionistas minoritarios de Pacific parece no quedarles otra salida que reclamar en Canadá”.
-En cambio, “ empleados y proveedores locales tendrán protección de la Supersociedades si la petrolera llega a la insolvencia”.
-Aquellos que invirtieron en 2009, “debían haber leído las 143 páginas del prospecto de la operación, en donde se dice explícitamente que, dado que la oficina principal de la compañía se encuentra registrada en Ontario, Canadá, sus acciones se rigen por las leyes de ese país; además, que el ejercicio de cualquier acción legal relativa al cumplimiento y ejecución forzosa de tales acciones se debe tramitar ante tribunales canadienses”.
-No es la primera vez que ocurre cuando se compran bonos o se adquiere una póliza, o se invierte en papeles varios. La información no fluye como debería. Dinero señala que “Esta advertencia –que, si no fue leía por el inversionista, al menos debió serle explicada por la comisionista de bolsa que le vendió la acción de Pacific– es hoy uno de los motivos de preocupación de los 7.820 colombianos que aún tienen acciones de la petrolera”.
-¿Y ahora qué pasa? El artículo responde: “En la Superintendencia Financiera argumentan que por la advertencia antes mencionada, ellos no tienen facultades para exigirle a Pacific la protección de sus actuales socios minoritarios, que en promedio tienen entre $4 millones y $5 millones invertidos y que, ahora, tras el acuerdo con Catalyst, quedarían por fuera de la compañía, pues sus acciones terminarán diluidas”. Las acciones se rigen por las leyes de Canadá.
-¿Y por qué está inscrita en la Bolsa de Bogotá? El funcionario “Aclara que lo que se permitió con Pacific fue un doble listado de su acción (en Canadá y en Colombia), pero esta firma no realizó una nueva emisión de acciones en el país, sino que empezó a negociar en ambos mercados las que ya estaban en circulación”.
-De todas maneras, “Hernández aclara, sin embargo, que como las acciones de Pacific se podían comprar en el país y con comisionistas locales, a esta firma se le pidió un prospecto con información en español y que sus acciones se transaran en pesos, además, debía dar a conocer al mercado local su información relevante y, precisamente, por problemas en ese frente, la Superfinanciera le abrió una investigación que ya va en segunda instancia. En lo que no los pueden investigar es en su decisión de negociar con Catalyst y las implicaciones para los inversionistas locales”.
-Por su parte, “Jaime Humberto López, presidente de Asobolsa, dice que su sector está muy molesto con Pacific, pues tenían claras las reglas de cómo funciona una acción que está en doble listado, pero no se imaginaron que podrían llegar a la situación actual. “Cuando una acción se vende bajo estas condiciones, se piensa que viene con un sello de calidad, pues se asume que al estar en un mercado más desarrollado sus directivos son mucho más rigurosos y protegen a los inversionistas minoritarios, pero ese no es el caso”, señala.
-Y “Atribuye la crisis de Pacific a un grave problema de gobierno corporativo, con directivos que ganan sueldos exagerados, que tomaron malas decisiones y se sobreendeudaron. “Faltan muchas explicaciones y no entendemos por qué no se han destituido las directivas de la empresa que llevaron al descalabro actual”, reitera.
-Para finalizar se agrega que “En general, se asume que la inversión en petróleo debe ser para inversionistas profesionales, por el alto riesgo de esta actividad, pero ni los expertos pudieron con Pacific. Prueba de ello es que en 2012, cuando los fondos de pensiones alcanzaron a tener 13,7% de la petrolera, le pidieron un puesto en su junta directiva, tal como lo tienen en Ecopetrol, pero les fue negado en cinco ocasiones, con el argumento de que eso no era permitido por la legislación canadiense”.