Un enorme incendio que forzó obligó a miles a huir de Fort McMurray, Alberta, una ciudad canadiense con arenas de alquitrán, podría empeorar el miércoles, pero hasta ahora no se han reportado heridos, informaron las autoridades.
Más de 80.000 residentes recibieron la orden de irse cuando las llamas comenzaron a avanzar hacia la ciudad y en su camino destruían barrios completos.
Los bomberos trabajaban el miércoles para proteger la infraestructura en peligro, incluso un puente que cruza el río Athabasca y la autopista 63, la única ruta a la ciudad desde el sur.
El funcionario forestal Bernie Schmitte informó el martes en la noche que todavía había peligro por las “muy elevadas temperaturas, la relativamente baja humedad y algunos vientos fuertes”.
La primera ministra de Alberta, Rachel Notley, dijo que la evacuación es la más grande en la historia de la provincia. Los residentes mostraban pánico.
“Cuando te vas… es una sensación abrumadora pensar que probablemente nunca más veas tu casa”, dijo Carol Christian, quien llegó al albergue con su hijo y gato.
Fort McMurray está en el centro de la región de arenas bituminosas de Canadá. Las arenas petrolíferas de Alberta son la tercera reserva más grande de petróleo en el mundo atrás de Arabia Saudí y Venezuela. La mayoría de los proyectos de arenas bituminosas están muy al norte de la comunidad, aunque las peores llamas alcanzaron la parte sur de la ciudad.
El incendio arde desde el domingo y parece que iba a ser controlado desde el martes en la mañana, pero superó a los bomberos cuando la dirección de los vientos cambió rápida y drásticamente a media tarde hacia el suroeste de la ciudad.
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, tuiteó que habló con Notley y que el gobierno federal está preparado para ayudar. Exhortó a los residentes a seguir las órdenes de evacuación.