Durante la entrega de obras comunitarias a vecinos del sector agrícola El Onoto II de la parroquia Caucagua, en el municipio Acevedo, el gobernador de Miranda, Henrique Capriles, informó que el déficit presupuestario de la entidad asciende a los 18 mil millones de bolívares e indicó que nada más para cancelar el ajuste al bono de alimentación a los empleados públicos de la región, el gobierno nacional adeuda unos 3 mil millones de bolívares.
Nota de prensa
“Con la entrega de estas obras no significa que tengamos suficientes recursos. Estos fueron proyectos comunitarios presupuestados para este año. La Gobernación debería estar haciendo obras de mayor envergadura, pero estamos haciendo el trabajo que debería hacer la Alcaldía. Nosotros deberíamos estar construyendo más escuelas, ambulatorios y vialidad, como lo hacíamos antes. En Miranda llegamos a construir 11 escuelas en un año, pero ahora el presupuesto nos lo tienen limitado y la inflación tampoco lo permite”, aseveró Capriles durante una asamblea popular con los vecinos.
Durante la actividad en el sector, el Mandatario regional realizó un recorrido para constatar la culminación de dichos trabajos, entre ellos, la reparación de la capilla, de la cancha deportiva de Los Samanes, de la Casa Comunal del Empedrado, la construcción del backstop del estadio y la instalación de un parque infantil.
“Esta es una comunidad pequeña, pero no por eso es menos importante. Y aquí estamos trabajando como todos los días, no como otros que se empeñan en paralizar a Venezuela. Nosotros seguimos trabajando porque nuestro compromiso es sacar adelante a este país, y el desarrollo pasa por estas comunidades agrícolas, porque cuando haya un cambio de modelo tenemos que poner a producir estas tierras para acabar con las colas y la escasez”.
Capriles reveló que para estos trabajos, el Gobierno de Miranda realizó una inversión de 3 millones 350 mil bolívares, beneficiando a unas 80 familias barloventeñas que habitan en este sector agrícola. “Con esta cantidad de dinero, hace dos años hubiésemos hecho muchas más cosas, pero con la inflación que hay la plata no alcanza. Entonces, ¿cómo no querer un cambio?. La crisis cada día se profundiza más, por eso esto tiene que cambiar, porque ya no es un tema de color político sino de vida. Llegó la hora de cambiar, porque si no esto va a reventar, y no queremos que eso pase”.