El Ministerio de Economía Productiva anunció la publicación de la lista de ajuste de precios de alimentos, medicamentos y artículos de higiene y aseo personal. Mientras se retarda el decreto oficial, fallando la primera promesa de estar publicado al día siguiente, en los comercios se dispararon los márgenes. En apenas 24 horas, la carne, uno de los rubros señalados, pasó de dos mil 800 a cuatro mil bolívares el kilo, publica La Verdad.
Delia Sánchez, docente, asegura que la inflación en la comida “es grave”. Describe su caso. Una maestra que aún “no percibe los aumentos” de salario y bono alimentario que autorizó el Gobierno nacional. En la espera de los nuevos ingresos recuerda que en dos kilos de carne “se me va casi toda la cestatique”, olvidando que la regulación fija a Bs. 250 el kilo.
Hasta abril la bonificación por comida se estableció en 13 mil 275 bolívares, calculada con 250 por ciento de la Unidad Tributaria Bs. 177, al mes. A Sánchez le restan casi cinco mil bolívares, lo que le alcanza para comprar un kilo de arroz, verduras y plátanos para hacer un solo almuerzo. No a precios regulados sino a la imposición del mercado, la misma que obliga a trabajadores y enfermos.
“No puedo hacer cola porque tengo una enfermedad”, lamenta Sánchez moviendo el tapaboca de su rostro. “No Tengo tiempo para buscar los productos regulados. Con el arroz le echo verduras y salsa y mucha agua y rinde para mi hijo, sobrina, mamá y yo”, detalla.
Así como la educadora, está Gladys Chávez, ama de casa. Ayer recorrió los mercados populares del casco central de Maracaibo buscando los alimentos. Sorprendida por el incremento en pollo de mil 300 bolívares a más dos mil, critica que “todo está caro”. Los casi mil 800 kilogramos significaron casi cuatro mil bolívares. “Amaneció carísimo, y así están las verduras”.
El año pasado el kilo de pollo entero se reguló en 65 bolívares. En el período escaló a más de 800 bolívares al final de 2015. En los cinco meses del presente, el precio fuera de control se triplicó en medio de reclamos del sector avícola que acusa falta de materia prima para asegurar la producción.