Miles de pasajeros se enfrentaron ayer a largas esperas para abordar sus vuelos en aeropuertos en Estados Unidos, debido a la falta de personal de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) en los puestos de revisión.
Aunque el secretario de Seguridad Interna (DHS), Jeh Johnson, anunció el viernes planes para la contratación este año de 700 agentes, el funcionario advirtió que la situación no se verá aliviada en el corto plazo y pidió paciencia a los usuarios, en anticipación a la temporada alta de verano.
“Nuestro trabajo es mantener a los estadunidenses seguros y no vamos a comprometer la seguridad en la aviación frente a esta situación”, indicó.
Johnson hizo sus declaraciones en el aeropuerto Ronald Reagan de Washington, tras desestimar que la TSA pueda relajar el protocolo de revisión para acelerar este proceso.
Detalló que como parte del plan para hacer frente a la situación, su agencia solicitará al Congreso fondos adicionales para pagar horas extras a los inspectores, cuya carga de trabajo se incrementó de manera exponencial debido a la persistente tasa de renuncias.
Reportes de prensa indicaron que más de 100 inspectores de la TSA renuncian en promedio cada semana y la agencia enfrenta dificultades para ocupar pronto estas vacantes y poder así mantener su fuerza de más de 40 mil agentes.
Esta situación se ha visto agravada además por los recortes hasta en un 10 por ciento en el prepuesto de la dependencia, como consecuencia de las quitas automáticas implementadas sobre el gasto del gobierno desde 2013.