El papa Francisco recordó hoy a los millones de católicos que viven actualmente en China, un país que no reconoce oficialmente la autoridad del Vaticano, y les animó promover la reconciliación y la armonía en la sociedad.
“El martes 24 de mayo nos uniremos espiritualmente a los fieles católicos en China, que ese día celebran con particular devoción la memoria de la Beata Virgen María ‘Ayuda de los cristianos'”, venerada en el santuario de Sheshan”, dijo el papa en el Ángelus.
Francisco se encomendó a la Virgen para que “done a sus hijos en China la capacidad de discernir en cada situación las señales de la presencia amorosa de Dios que siempre acoge y perdona”.
“En este Año Santo de la Misericordia, que puedan los católicos chinos, junto a los seguidores de otras nobles tradiciones religiosas, convertirse en señal concreta de caridad y reconciliación”, sostuvo.
El papa concluyó su alusión a China, posterior al rezo mariano de cada domingo, pidiendo que “se promueva una auténtica cultura del encuentro y de la armonía en toda la sociedad” del país asiático.
En China existen entre ocho y doce millones de católicos divididos entre los pertenecientes a la Iglesia oficial “Patriótica”, controlada por el Gobierno comunista, y la clandestina, en comunión con Roma y perseguida por Pekín.
El Vaticano y China no mantienen relaciones diplomáticas desde 1951, después de que Pío XII excomulgara a dos obispos designados por el Gobierno chino, que a su vez expulsó al nuncio apostólico (diplomático), estableciendo su delegación en la isla de Taiwán.
Para reanudar las relaciones diplomáticas, Pekín exige que el Vaticano rompa previamente con Taiwán y no “interfiera” en los asuntos internos chinos.
La diplomacia pontificia y la china tratan de normalizar ahora las relaciones entre ambos países, un deseo manifestado públicamente en varias ocasiones por el propio papa Francisco.
Sin embargo diversas organizaciones humanitarias han denunciado que en China se ha producido en los últimos meses un aumento del control de los grupos religiosos, según han criticado diversas organizaciones en defensa de los derechos humanos.
Uno ejemplo es la campaña de retirada de cruces cristianas iniciada por el Gobierno estos últimos años en múltiples partes del país, y especialmente en la provincia oriental de Zhejiang, bajo el argumento de que se trata de una campaña de embellecimiento urbano. EFE