El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se encuentra hoy en Trinidad y Tobago, donde tiene previsto mantener negociaciones bilaterales con el primer ministro Keith Rowley en el Centro Diplomático de Puerto España.
A su llegada a la capital trinitense, el mandatario venezolano fue recibido por el ministro de Exteriores, Dennis Moses, y luego se reunió con el presidente de Trinidad y Tobago, Anthony Carmona.
Maduro viaja acompañado por la primera dama venezolana, Cilia Flores, y su comitiva, integrada entre otros por los ministros del Poder Popular para Relaciones Exteriores, Delcy Rodríguez; Petróleo y Minería, Eulogio del Pino, y Comunicación e Información, Luis Marcano.
Esta es la tercera visita que realiza el primer mandatario a Trinidad y Tobago, quien viene de cumplir una agenda de trabajo en Jamaica donde revisó diversas alianzas estratégicas y reafirmó la unión de ambos países.
El objetivo de la visita, según el Gobierno de Trinidad y Tobago, es reforzar la cooperación bilateral en las áreas de política exterior, energía y comercio, y analizar los progresos logrados en este sentido desde que una delegación trinitense visitó Venezuela en octubre de 2015.
De cara a la reunión de hoy de Maduro con Rowley, está convocada una manifestación en protesta por su visita por parte de venezolanos residentes en esas islas, que tienen planeado realizar una “cacerolada”.
Yesenia Gonzalez, una de las convocantes, dijo en declaraciones a la prensa que está prevista la asistencia el lunes de unos cincuenta manifestantes ante el Centro Diplomático de Puerto España.
“No debería venir justo ahora, porque Venezuela está atravesando una crisis”, defendió hoy González, quien se preguntó “qué tiene que ofrecer Maduro a Trinidad y Tobago” y aseguró que “vienen sin nada”.
A esta protesta se sumará otra convocada por el Frente Islámico, que reivindica la liberación de varios trinitenses presos en Venezuela desde 2014 acusados de terrorismo.
Por contra, el Movimiento Sindical Unido y el Movimiento para la Justicia Social se concentrarán también ante el Centro Diplomático de Puerto España para mostrar su apoyo a Maduro.
Maduro llegó la noche de este domingo a estas islas caribeñas procedente de Jamaica, donde mantuvo “fructíferas conversaciones” con el primer ministro Andrew Holness, para impulsar el comercio entre ambas partes a través del acuerdo de Petrocaribe.
“Nuestras conversaciones fueron fructíferas y estuvieron guiadas por el espírito de las relaciones amistosas que existen entre ambos países”, dijo Holness en un comunicado, en el que explicó que también se acordó avanzar con rapidez en el proyecto de renovación de refinerías que quiere impulsar Jamaica en colaboración con Venezuela.
Otro de los aspectos que se acordó fue que Jamaica colaboraría con el proyecto social musical conocido como El Sistema, que busca ayudar a niños y jóvenes venezolanos en condiciones de pobreza a través del aprendizaje de un instrumento musical y la integración a una agrupación de música sinfónica.
En cuanto a la situación interna que atraviesa Venezuela, Holness expresó su “preocupación” y su “deseo de que la paz social y política prevalezca por el bien de todos los venezolanos”, para lo que defendió que “las disputas tienen que resolverse pacífica y diplomáticamente a través del diálogo, el respecto a la democracia, el estado de derecho y el buen gobierno”.
Mientras, en Venezuela, más de medio millón de personas, entre tropas militares, milicias civiles y estudiantes, continuaron este fin de semana las prácticas de defensa con las que el Gobierno venezolano pretende prepararse para afrontar escenarios como una supuesta invasión extrajera o un golpe de Estado.
Rodeado de hombres uniformados, con las armas apuntando al cielo, Maduro dijo el sábado que su país “no se mete con nadie” y que su búsqueda es “la paz” pero, agregó, “los fusiles están donde tienen que estar, que nadie se meta con Venezuela”.
Sus comentarios, en tono de advertencia, se dan en medio de los intentos de la oposición por adelantar su salida del poder, prevista para 2019, mediante la activación de un referendo revocatorio, proceso por el que pueden ser destituidos todos los cargos de elección popular.
Los ciudadanos padecen una crítica escasez de alimentos y medicinas, sufren por los altos índices de criminalidad y parecen cada vez más descontentos con la gestión del sucesor y heredero político de Hugo Chávez (1999-2013), que recientemente decretó un estado de excepción y emergencia económica. EFE