Un marido celoso mató a balazos a su esposa e hirió a un vecino en la calle Valera de Barrancas, municipio Cárdenas, en un aparente arranque de celos y luego de perpetrar el hecho de sangre, se disparó en la cabeza, muriendo minutos después en el Hospital Central. Así lo reseña lanacionweb.com / Pablo Eduardo Rodríguez
El suceso ocurrió a las 8 de la mañana de este martes en la parte alta de Barrancas, donde aseguran algunos testigos que ingresó a su vivienda Marcos Umaña Duarte, de 49 años de edad, quien al parecer encontró en compañía de Rafael Moros a su esposa Dayni Nakari Bonilla, de 33 años, conversando con este vecino, y por motivos aún no esclarecidos, estalló en rabia y amenazó con un revólver a la pareja y se asegura, que incluso en el momento de furia, amarró de las manos con un mecate a su compañera sentimental para someterla.
Se especula que igualmente el enfurecido hombre intentó someter al vecino, pero no logró el cometido e imprevistamente disparó contra su mujer, matándola en el acto, momento que fue aprovechado por la otra persona, que logró salir a la calle; pero fue tiroteado por el enardecido marido, hiriéndolo gravemente.
Perpetrado el atentado, el hombre de 49 años ingresó nuevamente a la casa y tras estar cerca al cuerpo de su esposa, se disparó en la cabeza, en el parietal derecho.
Los ruidos de los disparos alertaron a los vecinos y estos inmediatamente avisaron a las autoridades, por lo que al lugar acudieron miembros de Politáchira, que de inmediato notificaron el incidente a miembros de Protección Civil Táchira.
Paramédicos del organismo de socorro de la Brigada de Respuesta y Atención Inmediata (BRAI) se encargaron de aplicar los primeros auxilios a la mujer, pero esta ya había fallecido, mientras que a su compañero lo trasladaron mortalmente herido al Hospital Central, donde murió a los pocos minutos.
En cuanto al hombre que sobrevivió, el mismo fue trasladado en un carro particular a un centro médico privado, donde quedó recluido, pero en estado delicado.
En la escena del crimen y tras la llegada de investigadores del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, en compañía de miembros del Laboratorio y Criminalística de la misma institución, se efectuaron numerosas recopilaciones de evidencias, así como la toma de algunas muestras de tipo forense para sustanciar las investigaciones.
Por más de un hora y media, los expertos en criminalística colectaron numerosas evidencias, incluso incautaron prendas de vestir, sábanas y ropas de las víctimas, las cuales serán sometidas a experticias en los laboratorios de la policía científica.
Preventivamente los detectives de la policía científica trasladaron a la sede de la policía científica a un menor de edad, quien al parecer observó el trágico hecho de sangre.