Lo golpearon y le sajaron la piel con machetes. Los vecinos del barrio Jesús Enrique Lossada atacaron a Víctor Alfonso Bravo (28) cuando este hurtaba equipos, carne y productos de la cesta básica de la carnicería El Shadday II junto a cuatro cómplices. Así lo reseña laverdad.com /Daniella Sánchez Pacheco
El ruido despertó a la comunidad. Los ladrones rompían la santamaría con un gato hidráulico. No les importó el escándalo, creyeron que nadie les impediría saquear el establecimiento. Aún era de madrugada, los vecinos se asomaron por las ventanas y unos 30 hombres salieron a enfrentar a los cinco delincuentes.
A Bravo y a sus compinches los corretearon, les lanzaron piedras y los hirieron con sus machetes. Cuatro de los ladrones lograron escapar hacia el barrio Pinto Salina. Víctor no tuvo la misma suerte, la multitud enfurecida lo alcanzó, lo arrastró hasta la carnicería y lo golpeó hasta que no pudo moverse más.
Entre los curiosos, alguien reconoció al moribundo y corrió a avisarle a su familia. La hermana y la esposa de Bravo, quienes no se quisieron identificar, llegaron y lo montaron en un carro y lo llevaron a la emergencia del Hospital Adolfo Pons.
El ladronzuelo aún vivía. Su estado era crítico, pero respiraba. Agonizó unos minutos. Las heridas en la cabeza y las lesiones internas le colapsaron el sistema y falleció en la emergencia.
Tras el linchamiento todos se encerraron en sus casas. Solo se acercaron al establecimiento cuando llegaron dos patrullas de la Policía regional. Una de las curiosas solo comentó que hace 20 días ella y su familia habían sido víctima del hampa. “Se metieron en mi casa con mis hijos y mi esposo. Nos apuntaron y se llevaron productos eléctricos y comida. Esto por aquí es candela”.
CIFRA
30 vecinos participaron en el lichamiento de Víctor Bravo. Persiguieron a sus secuaces, pero no los alcanzaron.