El Cono Sur (Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay) concentra dos tercios del total de embarazos en adolescentes de 15 a 19 años de Latinoamérica y el Caribe, segunda región del mundo con mayor tasa de fecundidad adolescente, sólo superada por África, según un estudio presentado hoy en Asunción, reseñó EFE.
Según estos datos, nacen 1.250.000 niños de madres adolescentes en los países del Cono Sur, del total de 2 millones en toda América Latina, mientras que la cifra en todo el mundo es de 14 millones.
El país del Cono Sur con mayor tasa de fecundidad adolescente es Brasil, con un 75 % de las adolescentes que se convierten en madres, seguido de Paraguay (72 %), Uruguay (61 %), Chile (58 %) y Argentina (56 %).
En estos países, entre un 15 % y un 20 % de los nacimientos totales son de madres adolescentes, y se estima que una de cada cinco mujeres será madre antes de terminar su adolescencia.
Son los resultados del primer estudio sobre maternidad adolescente en el Cono Sur, elaborado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) en coordinación con los Ministerios de Salud y Educación de los cinco países.
El informe destaca que a pesar de que varios países del Cono Sur están industrializados y cuentan con índices de desarrollo humano elevados, la prevalencia del embarazo adolescente no ha disminuido, y está vinculada a la desigualdad económica y en el acceso a educación y servicios de planificación familiar.
Según el informe, Paraguay es el único país con un descenso sostenido de la maternidad adolescente, desde un 98 % en 1980, hasta el 72 % en 2010, mientras que Brasil logró una reducción significativa luego de un aumento en la década de 1990, cuando cerca del 90 % de las adolescentes quedaban embarazadas.
Sin embargo, el UNFPA observa que en ambos países la edad de las madres adolescentes ha ido descendiendo, y ha crecido el número de partos en niñas por debajo de los 15 años.
Los embarazos en estas niñas están frecuentemente vinculados al abuso sexual, pese a que el estudio de UNFPA no ha logrado precisar qué porcentaje de los embarazos en niñas y adolescentes es fruto de relaciones sexuales consentidas y cuáles son embarazos después de relaciones bajo coacción, dijo a Efe Adrianne Salinas, representante de UNFPA Paraguay y colaboradora en el informe.
“Cuando los embarazos son en menores de 14 años que están en pareja o tienen relaciones con adultos, se consideran un abuso sexual. Sin embargo, este tipo de relaciones están naturalizadas, por lo que hay que cambiar ciertas pautas culturales para que dejen de verse como algo normal”, detalló Salinas.
La experta explicó que, en el caso de las niñas de menos de 14 años embarazadas, el riesgo de morir por complicaciones derivadas de embarazo, parto o posparto se multiplica por cinco, mientras que las adolescentes de 15 a 19 años tienen el doble de posibilidades de fallecer por estas causas.
Además, los hijos de madres adolescentes tienen también el doble de riesgo de morir durante su primer año de vida.
Otro riesgo implica que las adolescentes, una vez quedan embarazadas, no encuentran condiciones para volver al sistema educativo, y terminan por tener oportunidades laborales mucho más en desventaja que las que hubieran tenido de haber postergado su maternidad, según Salinas.