La hormona responsable del deseo sexual de una persona es la testosterona. A manera de ejemplo, un hombre presenta mayores niveles de esta hormona por las mañanas, mientras que las mujeres son más susceptibles a ella por las noches, en un estado de relajación.
Con el deseo sexual alto o hiperactivo no sólo se presenta una necesidad incansable de placer, sino que también puede desgastar tanto física como emocionalmente a quien lo padece, representando una problemática de índole sexual y social.
Si bien no existe un nivel preestablecido para el deseo sexual, si lo más normal es que existan una variación durante las diversas etapas de la vida, como respuesta natural a un impulso y estímulos sexuales.
Por ello, en Salud180.com te presentamos algunos consejos para controlar y mantener adecuados los niveles del deseo sexual, según livestrong.com:
1. Evita la estimulación sexual. No veas pornografía ni leas libros explícitos. Pon atención a tus pensamientos para comprender si hay objetos, situaciones o personas específicos que evoquen una respuesta sexual en ti y evítalos en la medida de lo posible.
2. Haz deporte. Involucra tu cuerpo en deportes, ejercicio o yoga. Mantén tu cuerpo ocupado y activo de manera que no te sientas físicamente frustrado por no tener sexo.
3. No te masturbes. Si sientes que te estás excitando, piensa en imágenes no sexuales e intenta ocupar tu cuerpo en algunas actividades hasta que pase la sensación.
4. Relaciones no sexuales con las personas. Considera viajar o conseguir un nuevo pasatiempo para vincularte con tu pareja en diversas maneras. Únete a grupos o voluntariados.
5. Abstente de consumir alcohol o drogas, especialmente si hacen que tus inhibiciones disminuyan y provoquen que hagas cosas de las que te puedas arrepentir después.
El deseo sexual, dentro de la normalidad, es muy variable, pues son muchos los factores que hacen que en un momento determinado éste se encuentre elevado o disminuido. Sin embargo, cuando en una persona dicho deseo se mantiene todo el tiempo elevado, es importante conocer la causa antes de que se convierta en un verdadero dolor de cabeza.