El presidente de Bolivia, Evo Morales, afirmó hoy que “quien se esconde o escapa es un delincuente confeso” y “no es un perseguido político”, un día después de que el periodista boliviano Carlos Valverde anunciara que se fue a Buenos Aires por temor a ser detenido, reseñó EFE.
“Quien se esconde o escapa es un delincuente confeso. NO es un perseguido político”, escribió el mandatario en su cuenta de la red social Twitter.
Valverde, que desveló en febrero la relación de Morales con la empresaria Gabriela Zapata y denunció un supuesto caso de tráfico de influencias, se refugió en Argentina por miedo a que el Gobierno lo detenga, según trascendió el viernes.
El periodista confirmó a medios locales que se encuentra en la capital argentina para eludir una posible represalia del Gobierno boliviano por haber destapado el primer escándalo de supuesta corrupción que ha salpicado directamente al presidente, aunque por el momento descartó presentar una solicitud de asilo.
Otros miembros del Ejecutivo también opinaron en las últimas horas sobre la marcha de Valverde.
El ministro de Autonomías, Hugo Siles, declaró al diario El Deber que el periodista “no está siendo buscado o juzgado, la Ley de Imprenta está vigente; no tiene ningún tipo de acción policial en su contra”.
En Bolivia, las cuestiones relativas a la libertad de prensa no son juzgadas por tribunales ordinarios sino por los llamados “Tribunales de Imprenta”, en virtud de la Ley de Imprenta.
Mientras, el viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, Alfredo Rada, declaró hoy a la agencia estatal ABI que Valverde busca protagonizar un show como “falso periodista” y lo tachó de “mentiroso”.
El jueves, el periodista publicó en su cuenta de Facebook una larga carta en la que explica que los ataques contra él de los ministros bolivianos de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, y Comunicación, Marianela Paco, le convencieron de que “es mejor, por el momento, mirar las cosas a distancia”.
“Casi nunca me vi forzado a ponerme a buen recaudo, que es lo mismo que estar escondido, pero compañeros y amigos me pidieron que lo haga para no darle el gusto al poder de mantener esa presión e incertidumbre acerca de si me van a detener o no”, refirió.
Valverde reveló en febrero pasado que Morales mantuvo un noviazgo de varios años con la boliviana Gabriela Zapata, mostró el certificado de nacimiento de un supuesto hijo de ambos nacido en 2007 y denunció un posible caso de tráfico de influencias, ya que la mujer, tras la relación, fue gerente en Bolivia de una empresa china que firmó millonarios contratos con el Estado.
El propio Morales reconoció días después la relación con Zapata y la existencia del niño, del que dijo que murió poco después de nacer, aunque Gabriela Zapata asegura que el menor está vivo.
El caso, que ha ido tomando tintes de telenovela en las últimas semanas, se conoció poco antes del referendo del pasado 21 de febrero en el que los bolivianos votaron sobre una modificación de la Constitución para permitir una nueva candidatura electoral de Evo Morales.
El mandatario perdió esta consulta popular por un estrecho margen y el oficialismo atribuyó la derrota, entre otras razones, al caso Zapata, el primer escándalo de supuesta corrupción que ha salpicado directamente a Morales.
Poco después de la derrota, Gabriela Zapata fue detenida y encarcelada por supuestos delitos económicos, entre ellos haber usado despachos gubernamentales para reunirse con empresarios privados.
El escándalo estuvo acompañado de un encarnizado enfrentamiento entre Zapata y el Gobierno sobre la existencia del supuesto hijo de ésta con Evo Morales.
Una jueza dictaminó este mes que el niño no existe, ya que no se han aportado pruebas que sostengan esa afirmación, y la semana pasada fueron detenidos una tía de Zapata y uno de sus abogados defensores, Eduardo León, acusados de haber utilizado a un menor para hacerlo pasar por el niño en cuestión.
El propio Valverde se desdijo recientemente sobre la existencia del niño y afirmó que tiene pruebas que demuestran que el menor nunca existió.
En su carta en Facebook, el periodista citó como ejemplo el caso del abogado de Zapata -en prisión desde hace varios días a pesar de que un juez le otorgó detención domiciliaria- para justificar su decisión de escapar a otro país.
“Lo detuvieron (a León) sin orden y lo tienen en un limbo jurídico que solo busca amedrentar y presionar a los demás abogados del foro paceño para que mantengan prudente distancia de Gabriela Zapata o de cualquiera otra persona que se atreva a denunciar o hablar de lo que el Gobierno no quiere oír”, escribió Valverde.