La situación de Venezuela, con su crisis económica y humanitaria, copa la agenda del presidente editor de El Nacional, Miguel Herique Otero. Desde hace más de un año asiste invitado a foros y conferencias en los que explica con detalle por qué el gobierno de Nicolás Maduro es el responsable de las difíciles circunstancias que atraviesa el país, que incluyen una cercenada libertad de expresión. Este trabajo lo ha mantenido visitando varios países y considera que a escala internacional hay ya un mejor conocimiento del padecimiento venezolano. Así lo reseña el-nacional.com /
—¿Qué estuvo haciendo en Washington DC durante estos días?
—La organización Freedom House me invitó a la entrega del Premio a la Libertad de Expresión 2015 aHéctor Magnetto, CEO del Grupo Clarín, y el think tank Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales me invitó para que hablara sobre la situación actual en Venezuela. También hice contacto con personas de alto nivel del gobierno de Estados Unidos y de su Congreso, tanto republicanos como demócratas. Me reuní con Luis Almagro, secretario general de la OEA. Es lo que estoy haciendo desde hace un año: denunciando la dictadura de Maduro, buscando ayuda para salir de esta pesadilla.
—¿Cuál es su lectura de la situación actual?
—Yo veo cinco posibilidades: 1) Que Maduro se perpetúe en el poder. Si la presión interna y externa no es suficientemente fuerte, permanecerá en el poder porque ese es el objetivo del populismo autoritario. Esta alternativa debería ser la más baja en términos de probabilidad; el desastre es demasiado grande. 2) Que se dé una negociación. Ya vimos cómo el sábado apareció en los medios la negociación que se está haciendo en República Dominicana. Pero si no tiene un objetivo claro, que para mí debe ser la renuncia de Maduro y la instauración de un gobierno concertado, esa negociación sigue siendo lo mismo de siempre: o pequeñas concesiones o ninguna concesión. 3) Que se haga el referéndum revocatorio este año, pero para esto debe haber una presión nacional e internacional que hasta ahora es bastante débil. 4) Sublevación civil. Esto pasaría por una alianza cívico-militar, que sería la terminación del régimen. Si no hay alternativas democráticas tradicionales aumentan las posibilidades de que se dé esta opción. 5) Golpe militar, una alternativa con consecuencias impredecibles.
—¿Qué opiniones ha encontrado?
—No hay claridad en lo que se refiere a las salidas de la situación actual. Hay mucha confusión, tanto por los mensajes que da el gobierno como por los que da la oposición. También hay muchas dudas de que se llegue a una solución pacífica. Pero la situación es tan caótica y crítica que todo el mundo coincide en que la salida no tardará.
—¿Cuándo fue la última vez que estuvo en Washington? ¿Ha cambiado la percepción de lo que ocurre en Venezuela desde entonces?
—Estuve aquí hace un año. Ahora hay mucha mayor conciencia de la ruptura constitucional propiciada por el régimen, más conciencia de que es una dictadura y de la terrible situación social y humanitaria que vivimos. También es claro para todos que el régimen no va a cambiar de modelo. Ha habido muchos reportajes de gran impacto en el mundo entero y la gente está mucho más informada. Ya se habla abiertamente de una crisis humanitaria y de que Maduro tendrá que recurrir obligatoriamente a solicitar ayuda internacional.
—¿Cómo ve la participación de la OEA?
—La OEA está trabajando muy fuertemente para avanzar en el tema de la Carta Democrática. Almagro está siendo muy consecuente con esto y la negociación que comienza a darse en República Dominicana no va a obstaculizar este camino. Ellos no van a dejar de señalar las violaciones de la Constitución y el carácter dictatorial del régimen.
—¿Qué le comentó Almagro cuando se reunieron?
—Él está muy confiado en que se puede llegar a un entendimiento continental sobre la Carta Democráticaporque las evidencias son muy fuertes.
—¿Cuáles son las próximas cosas en su agenda?
—Voy a seguir haciendo lo que he hecho durante este año en que he estado fuera de Venezuela perseguido por el régimen. Pronto voy a España, a un foro sobre libertad de expresión que está organizando la fundación del presidente Aznar; y luego a Cartagena, a una reunión de la Asociación Mundial de Periódicos, donde también intervengo en un foro sobre Venezuela. Este trabajo que yo hago ha traído infinidad de ataques mediáticos permanentes en mi contra desde redes sociales, páginas web y pasquines relacionados con el entorno de Diosdado Cabello. Yo no voy a responder a estos inventos y chismografías que buscan descalificar el trabajo que estoy haciendo. Yo voy a seguir luchando. Como dice el refrán: Los perros ladran y la caravana pasa. Estoy seguro de que mi trabajo ha tenido frutos y convencido a factores y círculos de opinión en el mundo entero. También estoy seguro de que este régimen está en un momento terminal y no va a durar mucho más.