La situación que vive Venezuela es de suma gravedad. La conmoción social es omnipresente. Existe la necesidad de gerenciar las expectativas de la población.
Aunque la Carta Democrática no es la panacea que se necesita para resolver los problemas, pondría al gobierno bajo una situación de escrutinio que lo obligaría a comportarse dentro de las normas de la constitución. El diálogo impulsado por el gobierno con la intervención de tres ex presidentes también pondrá cierta presión sobre el gobierno pero la quieren usar para correr en el tiempo el referendo revocatorio. Queda claro que independientemente de estas iniciativas, el poder de cambio está en las manos del pueblo. La solución a la grave situación que sufre el pueblo solo será posible con una clara y decidida participación de la ciudadanía.
La iniciativa de la Asamblea Nacional promete subir el volumen de la confrontación política en momentos en los que el gobierno despliega su poder represivo.
Vea completo el análisis del politólogo José Vicente Carrasquero y del abogado Orlando Viera-Blanco