“Los denominados Clap son otra etapa de escasez y fracaso del régimen, que buscan racionar la comida y hasta la vida de los ciudadanos”, así lo manifestó el diputado a la Asamblea Nacional, Omar González, en medio de una reunión vecinal en la zona alta de Puerto La Cruz.
Nota de prensa
Para el legislador los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap) son otro ejemplo de populismo y de “estafa” política de las acciones del régimen.
Manifestó que estas estructuras no solucionarán el problema de escasez y por el contrario lo agudizarán.
“Y siguen en el régimen cometiendo el mismo error. Ya hemos visto que los controles son la causa del fiasco constante de las medidas económicas gubernamentales, a pesar de esto siguen cometiéndolo una y otra vez, ahora los llamados Clap concentrarán más el proceso de distribución de alimentos, lo que ya muestra evidencia de fracaso”, aseveró.
Omar González indicó que una bolsa de comida mensual para un hogar promedio de cuatro personas no alcanza ni para la primera semana.
Agregó que el régimen quiere matar del hambre a los venezolanos con esta política criminal e inhumana de racionamiento de comida.
“Maduro raciona la comida, la luz y la vida de todos, por eso en las calles solo se escucha el clamor por su salida inmediata de Miraflores y el fin de este modelo económico que sólo ha dejado hambre, miseria y muerte a su paso”, dijo.
El asambleísta precisó que Maduro no dialogará porque no tiene capacidad ni voluntad para abordar este tema de altura política.
“Han existido dictadores que a pesar de la brutalidad de su acción han sido inteligentes y se han sentado a dialogar, otros como es el caso del venezolano no poseen ni una sola cualidad en este respecto, por ende, es lógico que cualquier conversación que se establezca con él sólo sea enmarcado en la necesidad del régimen de soportar más tiempo colgado de la brocha”, sentenció.
Con relación a Anzoátegui, Omar González aseguró que la entidad está “a la deriva” por falta de gobierno.
“En este momento los anzoatiguenses no podemos hablar de buen o mal gobierno, porque sencillamente no hay uno. El encargado de la gobernación solo calienta la silla”.