Lapatilla
Yo a un negro conocí que a la docencia
dedicó por entero su alma blanca;
y a otro conocí cuya indecencia
medró siempre buscando una palanca.
Núñez Ponte llegó a la Academia
pero el otro negrito al que yo aludo
es un tanto peor a una epidemia
como las que provocan los zancudos.
Él se cree un hombre de talento
y yo mientras más lo oigo más lo siento
un negrito arribista y pendenciero;
que se proclama afrodescendiente
yallá tiene sin duda mil parientes
mejores que él y no son embusteros.
Oswaldo Páez-Pumar