Todos los intentos de mediación son bienvenidos. Las crisis se solucionan por negociaciones directas, lo que no es posible ahora con el régimende Maduro; o por el esfuerzo de terceras personas como mediadores o buenoficiantes.
En Venezuela el diálogo es necesario, pero ese diálogo, ese encuentro debe ser sincero y productivo. No se puede hablar de “encuentros” para distraer ni engañar. Solo para lograr objetivos comunes, que puedan resolver la crisis.
En la OEA se habló de diálogo y se mencionó el esfuerzo de los expresidentesRodríguez Zapatero, Leonel Fernández y Omar Torrijos. Nadie puede rechazar una propuesta de diálogo siempre y cuandoésta se ubique en los parámetros establecidos, es decir, que el mediador o buenoficiante sea independiente, imparcial, aceptado por todas las partes y que sus recomendaciones sean igualmente aceptadas por todos.
La ”oferta” del régimen con los tres expresidentes tiene muchas debilidades y eso es lamentable. En primer lugar, no hubo una consulta con la dirigencia de la oposición. El régimen propone un grupo de mediadores pero no le participa ni le pregunta a la oposición si ésta está de acuerdo y menos si desea designar, como seria lo normal, algunos miembros en ese grupo para hacerlo equilibrado, como se hace en los mecanismos de esta naturaleza usados en el mundo.
El segundo lugar, el grupo de “mediadores” no es independiente ni imparcial.Lo digo con responsabilidad y no voy a entrar en los detalles que todos conocen. Las tendencias de los tres expresidentes y la de su supervisor Ernesto Samper de UNSUR, son conocidas y en nada favorecen a las ideas verdaderamente democráticas que debemos promover en estos casos.
Finalmente, un grupo mediador no puede ser impuesto. Debe ser consultado y después su integración debe responder al “consentimiento” de las partes. Acá no lo hubo tampoco.Me refiero a Zapatero en particular y no a los otros pues parece que el expresidente del gobierno español es el portavoz del grupo, es el que se reúne con Leopoldo López, es el que habla, el que dice hacia dónde va la mediación, sus buenos oficios, porque todavía, además, tampoco ha sido definido su rol, es decir, o median o ejercen sus buenos oficios.
Esto último en Derecho Internacional tiene sus bemoles. O acercan a las partes, buenos oficios; o presentan a las partes soluciones, medición. En todo caso, Zapatero nunca fue “neutro” en las relaciones con la Venezuela democrática.Algo que le diferencia de un socialdemócrata más importante, el expresidente Felipe Gonzálezquien ha mostrado otra vena en nuestra caso y eso porque sabe en dónde está la democracia, cual es el peligro y cómo no perderla.
Zapatero, como le dicen enEspaña al ex presidente del gobierno, no es de confiar. Así de simple. Y lamento ser crudo, más crudo esta vez. Su papel hubiera sido más serio y responsable si actuase entre las dos aguas pero no solamente en una de sus partes.
@CarmonaBorjas