Pues bien, Nicolás Maduro no le perdió pelo ni señas a su antecesor, y desprovisto de un proyecto para sacar a Venezuela de este atolladero, ha continuado con la misma política económica, propia de regímenes y de gobiernos autoritarios en el mundo. Es decir, debido a la expropiación de más de 4 Millones de hectáreas productivas, de más de 7 mil industrias, de fincas, de hatos y hasta de conucos, acabaron con el aparato productivo del país, y en los actuales momentos, este proceder de resentidos, está pasando factura, y vemos a Venezuela por primera vez en su historia, en una situación tan caótica y de crisis humanitaria.
Aquí no se consigue absolutamente nada qué comer, por eso siempre digo que la naturaleza es generosa con nuestro país, al permitir una cosecha milagrosa de Mangos que se ha producido este año en toda nuestra geografía nacional, la cual ha servido de alimentos y de ingeniosos platos en todos nuestros hogares. No obstante, yo vengo de una gira reciente en mi terruño de Amazonas, y puedo dar testimonio que nuestros abuelos, nuestros niños, nuestros hombres y nuestras mujeres, se mantienen a base de mango, incluso han sustituido la leche, por teteros de mango, para ese futuro que se cobija en el regazo angustiado de sus madres. Y la misma situación ocurre en todo el país, en donde nuestro peregrinar de la Maquinaria Electoral Adeca (MAELECAD), por todos los pueblos de Venezuela, vemos a nuestra gente aferradas a las matas de mango, para que les de su fruto divino y así no terminar de desfallecer de hambre y de desnutrición.
La gente no encuentra caraotas, arroz, harina, pasta, aceite, azúcar, café, leche, pollo, carne, ni nada para alimentarse. Uno va a los supermecados y no consigue absolutamente nada, por lo que los dos grandes sustitutos alimenticios de esta hambruna colectiva, han sido sin lugar a dudas, el mango y la sardina, por obsequio de la naturaleza, no porque obedezca a ninguna política económica, ni alimenticia del gobierno más inepto de la historia.
Frente a esta triste y desoladora realidad, reflexiono yo, que el gobierno ya no va a tener que poner grandes controles, ni someter al pueblo a grandes humillaciones para evitar las colas en la red de alimentación pública y privada, porque de acuerdo a esta premisa, nuestra gente va a estar haciendo colas es en los terrenos o a la orilla de las carreteras, donde haya mangos. Pues bien, ojalá este gobierno enemigo del pueblo y hambreador de masas, no saque un decreto con rango de ley y proceda también a pretender expropiar todos los terrenos donde hayan cultivos de mangos, o lo peor aun, que coloque medidas extremas como administrar el consumo de este bendito producto de la naturaleza, a través de un terminal de cédula o de los CLAP, para poder comerse un mango, porque este si sería el acabose para nuestro pueblo. Señor Mango, en nombre de los venezolanos, le doy las más sinceras gracias porque usted nos llena el estómago todos los días y porque está mandando en nuestra alimentación.
Bernabé Gutiérrez
Secretario de Organización Nacional
Acción Democrática
@adbernabe