Llevar a cabo una dieta mediterránea rica en grasas vegetales, como el aceite de oliva virgen extra o los frutos secos, y sin restricción de calorías, no provoca un aumento de peso, en comparación con una dieta baja en grasa, tal y como ha demostrado un estudio liderado por el doctor del Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBEROBN), Ramon Estruch, y que ha sido publicado en la revista The Lancet Diabetes Endocrinology, reseña Europa Press
Así, el trabajo advierte de que las directrices actuales de la salud que recomiendan una dieta baja en grasas y en calorías crean un miedo “innecesario” sobre las grasas saludables presentes en la dieta mediterránea y que han mostrado ser beneficiosas para la salud.
De hecho, diversas investigaciones científicas sugieren que el contenido total de grasa no es una medida útil de los daños o beneficios que producen los alimentos, por lo que abogan por poner el énfasis en el hecho de comer más calorías procedentes de frutas, frutos secos, verduras, legumbres, pescado, aceites vegetales ricos en fenoles, yogures y granos integrales mínimamente procesados; y menos de alimentos procesados ricos en almidón, azúcar, sal o grasas trans.