La policía federal estadounidense revisó el lunes a 49 las víctimas mortales en el atentado cometido en Orlando, el peor en la historia de Estados Unidos, explicando que el atacante había sido contabilizado en el balance inicial.
“Pienso que lo que se dio en un momento dado, incluía al atacante. Nosotros no incluimos al atacante como víctima”, explicó Paul Wysopal, agente del FBI a cargo de la investigación, en una conferencia de prensa.
En la madrugada del domingo, Omar Mateen, un estadounidense de origen afgano nacido en 1986, entró en un club gay muy frecuentado de Orlando, tomando rehenes durante varias horas, antes de la intervención de las fuerzas especiales de la policía local.
Mateen había declarado lealtad al grupo Estado Islámico en una llamada al 911 luego de comenzar el ataque.
Por su parte, el grupo yihadista EI reivindicó el lunes el atentado cometido por “un soldado del califato”.
Además de los 49 muertos, más de 50 personas resultaron heridas en el tiroteo, algunas en estado grave.
AFP