Muy poco se sabe de las morgues, o muy poco quisiéramos saber al respecto. Normalmente las vemos en películas, series de televisión y en canales que muestran casos de crímenes no resueltos; todos esos ejemplos son válidos, pero se alejan muchísimo de la realidad que se vive en la Sede Nacional de Medicatura y Ciencia Forense, mejor conocida como la morgue de Bello Monte.
Durante años esta sede ha sido testigo de la violencia que se vive en las calles de Caracas, es una de las morgues con mayor tráfico de cadáveres del país y es una de las principales “formadoras” para todos aquellos que buscan convertirse en Patólogos Forenses.
Al ser la más importante de todas, unos se imaginan una sede “modelo” o una sede “ejemplar” para realizar estudios y poder especializarse en el área, la realidad es totalmente diferente.
Realidad y estado de la morgue de Bello Monte
El proceso para obtener la información y poder tomar las imágenes fue difícil pero obtuve el contacto y la oportunidad para visitar la morgue.
La morgue está ubicada en Caracas, en el corazón de Colinas de Bello Monte, municipio Baruta, a una cuadra ya se puede comenzar a oler los cadáveres en descomposición que guarda esa edificación en su interior.
La imagen siempre es la misma, personas lamentando la muerte de algún familiar, funcionarios policiales buscando informes -o trayendo algún cuerpo- y los periodistas de sucesos en búsqueda de la información de los hechos violentos para informar la realidad que se vive a diario.
Al entrar, ese olor que se percibía en la calle, ya toma una consistencia más espesa y fuerte, es un olor que se pega en la ropa y en tus fosas nasales, cada paso que se dé hacia las cavas se vuelve más intenso.
Mi guía y fuente fue un ex trabajador de la morgue de Bello Monte, actualmente no se dedica a esa labor pero aún conserva sus amistades y contactos, prefirió mantener el anonimato por la persecución que pudiera generar este trabajo. En el recorrido me va hablando de las instalaciones y un poco de la condición laboral de sus trabajadores.
Las personas que trabajan en la morgue cobran un sueldo simbólico, se reciben más de 400 cadáveres mensuales, tienen un promedio de 12 cuerpos diarios por un sueldo mínimo mensual siendo contratado, si son fijos, les dan 6.000bs más. Todos son profesionales patólogos, se forman para esa labor pero dicen que no les alcanza el sueldo, quisieran tener la morgue como en las películas, pero lamentablemente la realidad es otra.
Continuamos caminando y me lleva al área de las cavas, tuve que hacer el recorrido tapándome con una franela ya que no cuentan con tapa bocas para su personal o familiares que vayan a reconocer un cadáver. Las cavas no están funcionando, no están enfriando y tienen meses presentando fallas, esa área debería estar constantemente refrigerada pero no es así.
“Estas cavas no funcionan, tienen cuerpos y todo, pero no refrigeran, por eso el olor es peor, al abrirla lo que sale es la muerte a recibirte”, dice con una sonrisa mientras lo observo con preocupación.
En una esquina observo unos 12 cadáveres amontonados, pregunto cuanto tiempo tienen en el sitio, me dice que “son frescos, son de anoche”, esos cuerpos eran los 12 que ingresaron durante la noche y que reciben los patólogos en la mañana. Al lado de los planchones, uno de los cuerpos está con suturas y en espera para ser enviado a la cava, es el de una mujer, ya habían terminado la autopsia y había una segueta en el piso, me dijo que “la usan para abrir el cráneo de la víctima, no contamos con una sierra eléctrica para abrir el cráneo, ni siquiera un esmeril para meter el paro –se ríe- tenemos que usar las manos y ni guantes tenemos”.
La morgue actualmente no cuenta con herramientas para realizar autopsias, no cuentan con sierra eléctrica, no tienen guantes para los patólogos, muchas veces no tienen agua, no tienen hilos para sutura, ni agujas, ni formol y tampoco aire acondicionado en todas sus áreas.
Los cuerpos ingresan a través del Cuerpo de Investigaciones, Científicas, Penales y Criminalísticas, de 3 unidades que tenían en SENAMECF, solo funciona 1, las otras 2 están detenidas por falta de repuestos. El personal no cuenta con baños para asearse, no tienen armarios, muchas veces los patólogos deben cambiarse afuera de la morgue en el estacionamiento dentro de su carro por no contar con un espacio apropiado para hacerlo.
Los fines de semana solo hay 1 patólogo de guarida y 3 asistentes, ellos deben encargarse de un promedio de 45 cadáveres, sin insumos, con tobos de agua y sin condiciones óptimas para realizar los procedimientos.
Los directores de la morgue duran aproximadamente 6 meses cada uno, actualmente fue nombrado Giovanni Peña, él era el médico de cabecera del fallecido presidente Chávez, se desconoce si esos nombramientos son por currículo o por castigo, muchos creen que es castigo por el desastre que reciben.
Simple vocación
Los patólogos y personal de la morgue trabajan a diario por ofrecer el mejor servicio que pueden, muchas veces las personas se ven en la necesidad de pagarle a los asistentes del patólogo para que agilicen el trámite para la entrega de un cuerpo, el patólogo nunca percibe un bolívar de eso.
Todos los trabajadores aman el trabajo que realizan pero quisieran contar con mejores condiciones salariales y de infraestructura para poder prestar un mejor servicio. En la morgue, trimestralmente los patólogos y personal deberían librar 15 días para descontaminarse, tampoco se cumple esa norma.
Los radiólogos muchas veces tienen los equipos dañados o no cuentan con el material necesario para poder realizar una radiografía, la morgue no cuenta con una cámara en condiciones óptimas para realizar el registro fotográfico de los cadáveres. Según trabajadores de la morgue, la última cámara fue utilizada con el caso de “El Picure”, la viceministra del Sistema de Investigación Penal Katherine Harrington, tomó las fotos con la cámara de su hermana pero usó la memoria de la cámara de la morgue y se la llevó, dijo que “no se va a devolver la memoria ya que contiene material confidencial del caso de El Picure”.
La morgue tampoco cuenta con una sala de Cruz Roja para atender a personas que van a retirar un cuerpo o para atender al personal que trabaja en el sitio ante cualquier accidente.
La morgue a punto de morir
Según el abogado y experto el derechos humanos, Rafael Narváez, “la morgue debería tener un buen ambiente de trabajo, un trato digno y rápido para la autopsia de ley, muchos patólogos se han ido por lo poco atractivo del paquete económico y condiciones de trabajo. Técnicamente la morgue es un depósito de cadáveres, eso es una violación de los derechos humanos a los familiares para retirar el cadáver de su ser querido”, expresó Narváez.
El abogado asegura que “hay una indolencia por parte del estado, la morgue se encuentra en ese estado porque al gobierno simplemente no le importa la muerte de sus ciudadanos”, hizo énfasis en la necesidad de mejorar las condiciones laborales de sus trabajadores y mantener un estándar de cómo debe ser una morgue a nivel mundial, asegura que solo de esa forma se podrá mejorar el servicio y ser eficientes con el trabajo que se realiza.
La Sede Nacional de Medicina y Ciencia Forense, debe ser un ejemplo a seguir para las demás morgues, sus empleados exigen respuestas y mejoras para prestar un buen servicio, lamentan que se deba buscar la forma de hacer ruido para que sean tomados en cuenta, cuando todo lo que buscan es continuar trabajando pero en condiciones óptimas y con todas las herramientas necesarias para brindar el mejor servicio posible. (lapatilla.com)