Curiosamente, en estos momentos Maduro se ha olvidado de la Constitución y reniega del Revocatorio y lo acusa, junto a la oposición, de ser desestabilizador e imperialista. En contra partida, gasta millonarios recursos en lobby político para que el Secretario de Estado del imperio los reciba para después vanagloriarse de la exitosa reunión, olvidándoseles así que días atrás, la pequeña Delcy Rodríguez acusaba a Kerry de “insolente” por mostrar preocupación por la situación de Venezuela y por pedir la libertad de los presos políticos. No obstante, en esta oportunidad en la OEA fue curiosamente moderada al referirse a Kerry y casi amistosa a los planteamientos que el Secretario de Estado por primera vez expresaba abiertamente “de que se permita el Referéndum Revocatorio a tiempo” reafirmando “que el gobierno debe permitir a los venezolanos el derecho de utilizar los mecanismos constitucionales para manifestar su voluntad de manera pacífica y democrática”. ¡Hay que ver lo que honra a un revolucionario un estrechón de manos con el Jefe de la diplomacia del imperio!.
Esta 46 Asamblea General de la OEA ha sido aleccionadora no solo para el gobierno de Maduro al que le han remachado la necesidad del diálogo enmarcado en la Constitución como ha sido el constante llamado de toda la Comunidad Internacional sino que le han exigido cumplir con la Constitución para referirse al Referéndum Revocatorio, así como al respeto a la autonomía de los poderes; pero además, le enseñaron a los radicales opositores venezolanos las precisiones de los términos, los vericuetos de la diplomacia y las relaciones internacionales cuando Karry señaló con precisión la terminología y conceptos que algunos políticos venezolanos no han terminado de entender, al referirse pedagógicamente no a la Aplicación de la Carta Democrática sino “a la invocación del artículo 20 de la Carta Democrática solicitada por Almagro que dará lugar a un muy necesario debate sobre Venezuela”. Con esto el Secretario de Estado ya adelantaba la resultante de la Asamblea General, la cual sería, la de continuar exhortando al gobierno y a la oposición a un diálogo enmarcado en la Constitución, es decir, la realización de un Referéndum Revocatorio oportuno y en el 2016, al que el Gobierno y sus acólitos CNE y TSJ arrodillados y ahogados, lo intentan evitar acrecentando la desesperación y la crisis social venezolana de la cual serán responsables por la tragedia que se avecina.
El fracaso de la política exterior de Maduro ha sido el de no poderse zafar de la Constitución, del diálogo ni del Referéndum Revocatorio que la Comunidad Internacional le exige expresamente cumplir. Solicitud ésta que se repetirá en la sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA convocado por el gobierno de Maduro para el 21 próximo y que Almagro inteligentemente ha expresado irónicamente que ojala aporte un valor agregado al Consejo Permanente de la OEA del 23 de junio, en donde se tratara la crisis Venezolana y que “los presidentes brinden información nueva a cerca del progreso que han hecho” a sabiendas que los diálogos “están en un alto”.
El futuro del dialogó ahora dependerá más que del gobierno y la oposición de la habilidad como los/o el ex-presidentes exponga en la OEA el desarrollo del primeros pasos y como ellos vislumbran la posterior fase de una mediación equilibrada con un cronograma que garantice el Referendo Revocatorio este año, así como los mecanismos para la resolución de la grave crisis de desabastecimiento alimentario y medicinal a plazo inmediato, garantizando que den los tiempos para llegar a la solución política y constitucional electoral del Revocatorio, lo demás, llegara por sí solo.
No existe precedente en la OEA en donde hayan asistido personalidades por relevantes que sean éstas para intervenir en el Consejo Permanente ni representantes de otros poderes de los estados miembros, porque la OEA, no es un organismo internacional de defensa de los pueblos y estados de la región sino es un organismo de defensa de los gobierno. En este caso, lo justo y equitativo, como expresamente son las normas internacionales, es que al darle oportunidad de exponer a los ex-presidentes por solicitud del gobierno venezolano, igualmente se le otorgarle esa misma oportunidad al Presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela solicitada por Almagro, porque de lo contrario los gobiernos y la OEA demostraran sesgo político.
La Carta Democrática ha sido diseñada para defender a los gobiernos, precisamente para evitar que se derroque o se le dé un golpe de estado en cualquiera de sus modalidades, como en los caso de Hondura, Ecuador, Paraguay o el propio Brasil, sin entrar a discutir lo acertado o no del papel de la OEA y los gobierno de la región en cada uno de estos casos, que es otro tema. El caso particularísimo de la crisis política venezolana y en la que la oposición busca una solución en la OEA no está inscrita en la Carta Democrática, pues ésta, no está diseñada para sancionar los autogolpes y menos la ruptura por parte del gobierno del orden constitucional y la democracia. De haber sido así, desde hace años se hubiera aplicado la Carta Democrática a Venezuela y a su revolución bolivariana.
No cabe la menor duda, que la exposición del Secretario General, Luis Almagro, en el Consejo Permanente de la OEA del 23 de los corrientes, sobre la crisis política, institucional, económica y social de Venezuela será impecable, no solo por principista y conceptual políticamente sino porque desnudará la autocracia venezolana y no le cabrá la menor duda a la Comunidad Internacional de que en Venezuela no solo hay un déficit democrático sino quedará al descubierto la dictadura cívico-militar del gobierno de Maduro y el PSUV. No obstante, después de un duro, difícil e intrincado debate se reiterará lo que hasta ahora ha señalado la Comunidad Internacional, exhortarán al gobierno y a la oposición al diálogo enmarcado en la constitución, con lo cual, seguiremos en el status quo. Si tenemos suerte y se mueven algunas fibras principistas y democráticas de los gobiernos de la región, lo cual dudo mucho porque en estos casos privan los intereses de los estados a los principios, se mencionará expresamente lo de la realización del Referéndum Revocatorio oportuno, es decir, en el 2016, con lo cual, la oposición habrá dado un paso más en la consecución y retorno “oportuno” de la democracia en nuestro país.
El gran triunfador de esta jornada internacional, de todas todas, será de Almagro y la oposición por haber logrado que en la OEA por lo menos se tocara el tema de la crisis venezolana y se desnudara al régimen al cual el organismo se había negado, a extremos, que ni siquiera el gobierno de Colombia logró el año pasado, durante la crisis humanitaria generada por el gobierno de Maduro y su estado de excepción en la frontera con Colombia, se tocara el tema de Venezuela.