Venezuela ha sido teatro donde se ha escenificado una (otra) ópera bufa e indignante. De buenas a primeras aparece en escena el ciudadano español, nacido en España (4-8-60) y sin otra nacionalidad, ex-Presidente del gobierno de su reino entre el 16 de abril de 2004 y el 21 de diciembre de 2011, José Luis Rodríguez Zapatero, Licenciado en Derecho por la Universidad de León en 1982.
No creemos que existan muchas buenas razones para destacar ese período de la vida institucional del reino. Aunque no es la materia que más nos interesa hoy, nos limitaremos a anotar dos eventos que nos resultan característicos de sus ocho años de mandato.
En primer lugar debemos anotar el cambiazo de opinión que se produjo entre el electorado español a raíz del atentado terrorista del 11 de marzo de 2004, que por sus efectos y por graves errores comunicacionales del gobierno de José María Aznar, significaron que el electorado español cambiará su gobierno, ejercido por el Partido Popular a un período de ocho años dirigido por el Partido Socialista Obrero Español.
Sin olvidar que fue en su primera etapa (2004-2008) cuando España se hizo abanderado de los matrimonios (sic) entre personas del mismo sexo, debemos anotar que la presidencia del visitante fue el inicio de la decadencia del PSOE que ha llevado al partido a un lugar muy disminuido en las preferencias del electorado español.
Pero, ocupémonos de los tiempos actuales y de la visita que Rodríguez Zapatero inició el 17 de mayo pasado. Este viaje a Caracas del ex-mandatario español se anunció como un paso, que se consideró conveniente, como “facilitador” de un supuesto diálogo entre el régimen que nos destruye y la oposición representada por la llamada Mesa de la Unidad (MUD). Para colaborar en las propuestas funciones de facilitador y no sabemos quién los nombró o contrató, aparecieron los nombres del panameño Omar Torrijos y del dominicano Leonel Fernández, ambos también ex-presidentes de sus países natales. Parecían hombres de buena fe.
Sus actuaciones comenzaron con unas confusas reuniones que se realizaron en Santo Domingo donde, aparentemente, se trataba de calibrar las posiciones de los representantes de uno y otro sector. Entendemos que fueron reuniones separadas entre la tríada de presidentes y los representantes de las partes. Entooonces, como decía el Profesor José Antonio Calcaño, surgió la primera bomba de profundidad, cuando la oficialista Delsy Rodríguez trató de propagar la especie de que se había realizado una reunión conjunta. Especie que fue aclarada tanto por los representantes de la MUD, como por el facilitador Rodríguez Zapatero.
Así las cosas, el 7 de junio, hace apenas diez días de la fecha de publicación de esta nota, se sucede la reunión con la que titulamos este artículo. José Luis Rodríguez Zapatero, acompañado a manera de introductor por Jorge Rodríguez, visita a Leopoldo López M. en su injusta y absurda cárcel del plantel militar de Ramo Verde. Tiene la curiosa distinción de ser el único personaje que ha logrado (aparentemente) la autorización de los carceleros de López para que le realice una visita.
Surgen interpretaciones de las razones de esa visita. Pero las sospechas se disipan rápidamente, cuando se conoce por expresión del preso, que Rodríguez Zapatero le ha propuesto trocar su libertad mocha (léase, cambiar su inicuo confinamiento por una cárcel domiciliaria) por el diferimiento de las votaciones del Referéndum Revocatorio de Maduro hasta que comience el año 2017. Descubierto el bojote, la trampa, el vil contubernio.
Gracias a Dios y a los principios del señor Leopoldo López M. quien en reacción inmediata que lo ratifica en las listas de los políticos decentes, protestó el triste planteamiento y creemos que dio la reunión por finalizada.
¿Cuantos han sido los visitantes de países amigos, de rango político o de significado humano importantes, que se han puesto como objetivo el conocer de primera mano la situación carcelaria de Leopoldo en Ramo Verde y que han tenido que regresar a sus casas sin llenar su cometido?
Sin que conozcamos la compensación, podemos vislumbrar, o mejor dicho, usamos el título de este artículo, para justificar nuestra tristeza al concluir que Rodríguez Zapatero y sus jarrones chinos acompañantes, lejos de ser facilitadores de buena fe y buena calidad, han sido cómplices del régimen que nos destruye, cosa que poco positivo agrega a sus…currículos.
Razones importantes encontramos en el planteamiento del presidente cántabro Miguel Ángel Revilla (a quién conocemos muy poco) en la estación de televisión antena3 ante la estupenda Susana Grisso: La gran diferencia entre los políticos y la política de antaño con la de hoy, es que en aquellos tiempos se discutía entre las izquierdas y las derechas, hoy, las diferencias se encuentran entre la decencia y la indecencia. Abundan otros comentarios.
@rafael1862