¿Por qué y a quién creen que engañan? por @JJMorenoA

¿Por qué y a quién creen que engañan? por @JJMorenoA

 

Tres hechos de peligrosa trascendencia en el proceso de lapidación de la democracia en el país definen lo que podrá arrimar más leña al fuego en la crisis que hoy afecta tremendamente a los venezolanos: la errada e interesada interpretación que da el régimen a la reciente reunión de la OEA en República Dominicana, el anuncio de un juicio por parte del TSJ contra directivos del parlamento y los señalamientos de culpabilidad de partidos de la oposición por los hechos violentos que han tenido lugar durante los últimos días en la mayoría de los Estados del país por causa de la escasez de alimentos.

Por @JJMorenoA

Con el cinismo que los caracteriza, el Presidente y su flamante canciller pretenden mostrar como una “gran victoria de la patria” una votación donde el más desprevenido ciudadano puede entender que el pronunciamiento de la 46 Asamblea General de la OEA no emitió ningún juicio contra el Secretario Almagro, ni a favor ni en contra, sino que aceptó la posibilidad de considerar su actuación respecto a su posición en contra del régimen de Nicolás Maduro, que no es lo mismo que en contra del pueblo venezolano, y lo cual no constituyó una condena a priori contra el funcionario de origen uruguayo.

Incluso, si nos detenemos a considerar el contenido real del documento emitido por la plenaria del organismo regional, encontraremos frases que no van en contradicción de lo que aspiramos los venezolanos que, insistimos muy divorciados estamos de lo que desea el régimen, expresa en una de sus partes: “los pueblos de América tienen derecho a la democracia y sus gobiernos la obligación de promoverla y defenderla”, y a esto es precisamente lo que aspiramos, al igual que este otro señalamiento expresado en el documento: “Alentamos el respeto a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que consagra, entre otras, la separación de poderes, el respeto al Estado de Derecho y las instituciones democráticas y expresamos nuestro apoyo a la aplicación justa y oportuna de los procedimientos constitucionales”; y también su petición a las autoridades responsables a:“garantizar el debido proceso y los derechos humanos, incluyendo el derecho a reunión pacífica y la libertad de expresión de ideas”. ¿Y entonces, esta la estruendosa victoria de la Rodríguez que Maduro quiere hacernos creer?

Pero, quién se imagina el Presidente que le va a creer tremenda “muela”, como diría él mismo en su peculiar lenguaje. Cualquiera pudiera entender que la mayoría de los representantes de los gobiernos miembros de la OEA, a la hora de discutir la aplicación o no de la famosa Carta Democrática, inclinen la balanza a favor del gobierno venezolano que, seguimos insistiendo, no sería a favor del pueblo venezolano; pues es muy bien sabido el peso que tiene nuestro petróleo en la vecindad de países chulos que han tenido oportunidad de observar a través de los medios de comunicación que esparcen su señal por todo el mundo, mostrando la sangre que emana de los cuerpos de los venezolanos víctimas del garrote policial y de las bandas de civiles armados que se atreven a agredir físicamente a ciudadanos que exigen comida a las puertas de los supermercados, y a representantes del pueblo, legisladores, que reclaman respeto a la Constitución y al derecho de los venezolanos a revocar al peor Presidente de toda la historia del país, como ha sido entre otros la salvaje golpisa propinada al diputado Julio Borges.

Entendemos que no es que no comprendan sino que voltean para otro lado, para ignorar el hambre y la falta de medicamentos que cada día cobran más vidas en Venezuela, todo en resguardo de sus propios intereses; como aquí en el país, se desentienden también los integrantes del grupete de enchufados que se benefician del dólar barato o simplemente regalado que ponen en sus manos, mientras el resto, la gran mayoría de los venezolanos, se somete a la terrible escasez de alimentos y medicinas por la negación de las materias primas para fabricar en el país lo que se necesita para subsistir. Lo más lamentable, es ver a gente humilde, de miserables o inexistente sustento gritar de manera inconsciente y de manera destemplada su inconcebible estribillo de “Así es que se gobierna”.

Por otra parte, en cuanto al anuncio del juicio a directivos de la Asamblea Nacional, no es cosa que sorprenda a nadie; es algo que podíamos predecir desde el propio momento que el moribundo parlamento, en una pataleta de ahogado, designó los nuevos integrantes del TSJ. Pensamos que dejar con vida a un tribunal ilegítimamente constituido, se convertiría en una traba para el rescate de la institucionalidad perdida durante estos últimos 17 años. Y así quedaron echadas las cartas, como falló también la Asamblea en no jugarse el todo por el todo con la invalidación en el cargo del propio Presidente de la República, al no responder a la exigencia de presentar el documento que acredite su nacionalidad única como venezolano.

Y más criminal aun, puede considerarse la orientación política asumida en el caso de los brotes de violencia que se esparcen a todo lo largo y ancho del país. A un país que, como nunca en su historia grita con desesperación “tenemos hambre”, la respuesta ha sido bomba y plomo; a lo que ahora se suma la acusación de atender a directrices de partidos políticos de la oposición; esto con la finalidad del régimen de crear un clima de confusión con el que se prepara el terreno para impedir el revocatorio, como salida al menor plazo de la profunda crisis en la que se encuentra sumida la nación venezolana.Por eso el pueblo no termina de tragarse tanto engaño, y hoy más que nunca exige: ¡Revocatorio ya!

@JJMorenoA

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