La Roja, comenzó el partido en quinta, mientras los cafeteros apenas encendían motores, generando una superioridad muy marcada que se reflejó en el marcador a los siete minutos con un tanto de Charles Aránguiz, que aprovechó un mal despeje por parte de Juan Guillermo Cuadrado, quien cabeceó hacia el medio de su área intentado rechazar un centro de José Fuenzaliza.
El segundo tanto, llegó en un parpadeo y al 10, Alexis Sánchez, eludía con facilidad a Santiago Arias para rematar, sin embargo, su remate se estrelló en el palo, pero para suerte de los chilenos el rebote le quedó a Fuenzalida que solo tuvo que empujarla.
Sánchez, tuvo otra ocasión al 13’, que fue al palo, pero luego de ese chute la tropa de Juan Antonio Pizzi, sacó el pie del acelerador y empezó a manejar el partido con más calma, mientras Colombia reaccionaba paulatinamente de ese par de cachetazos.
Los cafeteros exigieron a Claudio Bravo al 23, por intermedio de Roger Martínez, que no pudo batir en un mano a mano al meta del Barcelona.
El capitán de la Roja volvió a ser clave al 45’, cuando intervino en tres ocasiones para salvar su valla. La primer fue la más clara, ya que repelió un misil de Carlos Sánchez que se colaba en la parte de abajo del segundo palo.
Los pronósticos de tormenta eléctrica se convirtieron en realidad en el entretiempo, suspendiendo el partido durante aproximadamente dos horas.
Pero ni el retraso ni la cancha encharcada detuvo a la maquina roja que ha armado Pizzi y que recuerda a los mejores momentos del equipo con Jorge Sampaoli y Marcelo Bielsa. Aunque en el segundo tiempo no sufrieron tampoco molestaron a David Ospina.
El partido, se terminó de inclinar para los chilenos al 57’, con la expulsión de Carlos Sánchez por doble amarilla dejando desahuciados a los cafeteros y cortando el ímpetu con el que intentaron salir adelante los pupilos de José Pekerman.