Todo parece indicar que la comida se está acabando. Por lo menos los productos alimenticios a precio regulado, porque este miércoles había un gentío esperando en los alrededores de los supermercados, y a la una de la tarde no habían podido comprar nada porque nada se ofrecía.
En 5 termina la cédula de Noris Cedeño de 67 años y le corresponde comprar los miércoles. Por eso llegó a las 3 de la mañana a la acera del supermercado San Diego en la avenida Bolívar.
Llevó consigo mil 500 bolívares porque a veces venden hasta cuatro paquetes de harina PAN por persona y ligaba que además de eso, esta vez hubiera margarina.
A la una de la tarde no había ni señas de que se comenzará a vender productos regulados, pero allí permanecía. “Puede ser que de repente traigan un camión. Uno no sabe. Hay que esperar”.