Buscamos la opinión del embajador Gerson Revanales, veterano diplomático de carrera y profesor universitario en el Doctorado de FACES-UCV sobre la Reunión Extraordinaria del Consejo Permanente en la OEA que se realizará hoy en Washington, EEUU, y dónde se conocerá el informe de su secretario general, Luis Almagro, sobre Venezuels
lapatilla.com: Embajador Revanales, según parece hoy es un día complicado, crucial, ¿cuál es su opinión sobre lo que podría pasar?
Embajador Gerson Revanales: ¿Donde? … porque pareciera que la paz mundial está en peligro: en Colombia se están firmando los acuerdos de alto al fuego con la guerrilla FARC, donde el diálogo prevaleció con una agenda muy bien definida entre el gobierno y la guerilla; en Inglaterra mediante un referéndum se decidirá si continúa dentro de la Unión Europea o se salen, lo que podrá tirar por la borda años de negociaciones; en España el domingo vuelven a las urnas por segunda vez; y en la OEA se pone a prueba el compromiso de los gobiernos con el pueblo de Venezuela y su deseo de vivir en democracia.
El gobierno ha desarrollado una fuerte e intensa campaña diplomática para impedir la reunión de hoy 23 de junio del Consejo Permanente sin lograr su objetivo, ¿se tomarán hoy decisiones importantes?
Las cartas están sobre la mesa; el gobierno lleva 22 días, desde la reunión extraordinaria del Consejo Permanente del 01JUN 16, en una intensa campaña para impedir la reunión de hoy, donde se juega no sólo el futuro de la democracia en Venezuela; sino el de la Carta Democrática y el de la democracia en la región. Si en un supuesto negado, la posición del régimen se impone, cuyo objetivo es impedir como lo establece el Artículo 20 de la Carta Democrática, un análisis de la grave situación que atraviesa Venezuela, no sólo política, sino también humanitaria; lo más conducente seria olvidarse de la Carta Democrática y de todo lo que significa la solidaridad.
Usted habla de solidaridad, pero en este caso ¿solidaridad no significa “injerencismo”?
De ningún modo. En primer lugar no sé qué quiere decir con ese extraño término, Injerencismo no existe en español, eso es parte del vocablo del Socialismo del Siglo XXI, el cual tiene el mérito en su lenguaje escatológico de acuñar esas y muchas aberraciones tanto lingüísticas como políticas y jurídicas
La Cláusula Democrática en la Cumbre de las Américas en Quebec año 2000 y la Carta Democrática aprobada el 11 de septiembre del 2001, en Lima, fueron aprobadas por Chávez y su canciller y aunque no es un tratado internacional, si es un compromiso entre los Estados partes que crea deberes y derechos. Es decir los gobiernos están obligados a cumplir con los compromisos de la Carta, pero también tienen el derecho de exigir a sus contra partes, el cumplimento de esos compromisos, luego eso no es injerencia, es solidaridad con los pueblos que tienen el derecho de vivir en democracia, como establecen todas las declaraciones universales
Que sucederá hoy, ¿Venezuela y su gobierno, serán sancionados?
EL Artículo 20 de la Carta no habla de sanciones, eso es una fantasía del gobierno cuando habla de sanciones, expulsiones e invasiones. La Carta habla de acciones muy concretas, si se considera que en un Estado miembro existe una alteración del orden constitucional que afecte gravemente el orden democrático. Esas acciones son las gestiones diplomáticas y los buenos oficios; que en mi opinión ya vienen siendo realizadas por el Papa, el G7, los 32 expresidentes, UNASUR, Zapatero, Fernández, Torrijos, la Unión Europea. Lo que sucede es que el gobierno en su doble discurso castrista habla de paz y diálogo, mientras no amarra a sus colectivos y no le pone contenido al diálogo
Sin ser adivino, ni competir con Horangel, Walter Mercado o Adriana Asis; puede haber tres escenarios.
Si el gobierno tiene fuerza, reúne 19 votos e insiste, tratará de que la reunión considere que en el país no hay tal crisis y cierra el debate; en un segundo escenario, el más favorable, el llamado grupo de los quince se impone y logra aprobar una resolución de consenso exhortando a las partes a reconocerse y dialogar y en el mejor de los casos impulsar el revocatorio; y un tercer escenario en el cual el gobierno no tiene mayoría, pero tampoco hay consenso, líbrenos Dios de lo que pueda suceder
¿Llegará la sangre al río?
Lo dudo. La globalización, los Whatsup, los twitter, permite ver al mundo el ventajismo del gobierno, su falta de compromiso con la democracia, el desconocimiento de las elecciones del 6 de diciembre pasado y de la Asamblea Nacional; de las actuaciones del TSJ y de todas las trabas que le están poniendo a un derecho constitucional como es el revocatorio. Ya para la comunidad internacional el país está en una inmensa crisis y la seguirá de cerca. (lapatilla.com)