A juicio de su esposa, el estado de angustia y depresión en que se encontraba desde hace varios días por no ingerir los medicamentos que le recetaron porque no los conseguía, aunado a la situación económica que estaba pasando, un comerciante optó por “autoeliminarse”, lanzándose del noveno piso del Hospital Central de San Cristóbal.
La víctima fue identificada como Miguel Eduardo Parra Rodríguez, de 59 años de edad, domiciliado en las adyacencias del Terminal de Pasajeros de La Concordia, donde también funciona la cervecería El Prado, de la cual era propietario.
La muerte de Parra Rodríguez fue instantánea, al estrellar su cabeza contra el piso de la terraza, sobre la sala de Emergencia de nuestro primer centro asistencial, causando un gran estruendo que puso en alerta a las autoridades policiales y militares allí presentes, que al conocer lo ocurrido corrieron en su auxilio pero ya no podían hacer nada por él; sin embargo, se hicieron presentes rescatistas de Protección Civil municipal y del Cuerpo de Bomberos de San Cristóbal, los que finalmente, autorizados por el CICPC, con las unidades de Rescate 41 y 26, se encargaron de levantar y llevar el cuerpo a la morgue.
Tras el suceso, cerca de las 10:30 de la mañana de ayer, comenzaron entonces las especulaciones y rumores sobre la víctima que tomó la fatal decisión; se dijo que era un paciente con problemas psiquiátricos, también que era alguien a quien le acababan de detectar un tumor maligno en la cabeza, y hasta se indicó que era un detenido que escapó de su custodios y al verse acorralado, saltó al vacío; en fin, fue su esposa, Teresa Contreras, quien finalmente aclaró la situación.
La muerte de Parra fue para ella una absoluta y trágica noticia; suponía la dama que para ese momento el comerciante se encontraba en el banco. Fue por la noticia que dio una emisora sobre el suceso que una allegada a la familia escuchó el nombre del fallecido y le dio aviso.
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