Los griegos antiguos fueron uno de los primeros pueblos que resignificaron su uso. El ágora, el centro donde todo se discutía y decidía en tiempos de la proto-democracia, convirtió a la plaza en el centro de reunión e intercambio.
No hay ciudad en el mundo que no cuente con una. De hecho, su creación alrededor de todo el planeta siempre fue un acto fundacional. Así también lo entendieron los misioneros, quienes llevaron esta organización a cuanto rincón perdido encontrasen. Los edificios relevantes como la iglesia, la municipalidad o comuna, la escuela y, a veces, hasta el hospital, giraban en torno a este punto de reunión.
Las hay de múltiples formas y tamaños, y son un parada obligatoria en cada visita. Una vuelta por el planeta para disfrutar de los espacios más espectaculares.
Place de la Concorde, París
A imagen y semejanza de la de San Pedro del Vaticano, así fue ideada esta plaza situada entre la avenida de los Campos Elíseos y los jardines de las Tullerías, que busca imitar la perfección, con su obelisco y fuentes romanas circundantes simétricamente distribuidos.
El centro de la plaza un imponente obelisco de granito rosa de Luxor de más de 3300 años de antigüedad y casi 23 metros de altura, regalo de Egipto a Francia. En cada una de las esquinas de la plaza, de forma octogonal, se encuentra una estatua representando una ciudad francesa: Brest, Ruán, Lión, Marsella, Burdeos, Nantes, Lille y Estrasburgo. Al norte y al sur del obelisco, dos fuentes monumentales representando temas marinos completan la plaza.
La historia de la Place de la Concorde se remonta a la época de Luis XV, quien siguió la tradición de su bisabuelo, Luis XIV o el Rey Sol, regalando al imaginario parisino otro espacio bien abierto, con ese espíritu paisajista que hace de la “Ciudad Luz” un espectáculo para la apreciación de la belleza. El rey Bien Amado decidió la realización de una plaza con su estatua ecuestre al centro y rodeada de los imponentes edificios de la sede del Ministerio de la Marina y el Hôtel de Crillon, uno de los más antiguos y lujosos del mundo.
Plaza del Registán, Samarcanda, Uzbekistán
En los libros de historia hay un espacio destacado para Samarcanda. Esta ciudad, enclavada en el desierto, brillante sobre la aridez, es una de las más viejas del planeta. Prosperó cuando era un punto ineludible en la Ruta de la Seda, entre China y España. Luego de siglos y siglos de conquistas y reconquistas continúa inamovible, otorgando una de las plazas más bonitas y únicas.
El lugar es considerado la perla de Uzbekistán, un auténtico catálogo de arte islámico. Una maravilla arquitectónica rodeada de tres enormes madrazas -escuela en la cultura árabe, religiosa o secular- Ulugh Beg, Sherdar y Tilla Kari.
Ulugh Beg o “El Gran Príncipe” fue un destacado astrónomo y matemático, quien durante su reinado estuvo al frente de la finalización de la madraza que lleva su nombre. El edificio fue finalizado en 1420 y en su fachada abundan mosaicos que hacen referencia hacia las formaciones estelares. Allí, se imparten clases sobre diferentes ciencias, filosofía, teología y astronomía, claro.
Frente a Ulugh Beg, se encuentra Sherdar, una réplica casi exacta, aunque dos siglos más joven. Fue construida por Emir Yalangtush Bahadur, al igual que a la tercera joya de esta colección: la madraza Tilla Kari. Sus fastuosas fachadas: con puertas imponentes, piel de azulejo, torres y mezquitas extraordinarias y sus cúpulas de azul turquesa son una visita obligada.
Plaza Roja, Moscú
La postal más famosa de Rusia comenzó como una barriada medieval para exiliados, posteriormente fue escenario de ejecuciones y finalmente el lugar preferido por las tropas de la Unión Soviética para celebrar sus actos patrióticos durante el siglo XX. El término ruso ??????? (Krasnaia-Krasnaya), que quiere decir “roja” tenía otro significado antiguamente, que era el de “bonita”.
En la enormidad de su superficie, comprende más de 23 mil metros cuadrados en el que se concentran importantes símbolos del país, tales como la Catedral ortodoxa de San Basilio, famosa por sus bellas cúpulas, las murallas del complejo Kremlin al oeste, el National History Museum, y los principales hoteles de lujo de Moscú.
Desde 1990 la Plaza Roja fue incluida, junto con la conjunto del Kremlin, en la lista de Patrimonio de la Humanidad de Unesco.
Plaza San Pedro, Vaticano
Además de ser escenario de importantes acontecimientos religiosos, se destaca por su impresionante diseño y dimensiones rodeada por unacolumnata con 140 santos de la historia católica. El lugar fue ideado por el arquitecto, escultor y pintor italiano Gian Lorenzo Bernini, entre 1656 y 1667. El honor le llegó debido a la admiración que por sentía por él, Maffeo Barberini, quien se convertiría en Urbano VIII, quien además le dio el rimbombante título de “Arquitecto de Dios”.
En uno de sus extremos, la basílica de San Pedro, una de las iglesias más imponentes y magníficas del mundo, con su fachada de frente a la vía della Conciliazione que lleva al castillo Sant’Angelo y al río Tiber. Y en el centro, el obelisco transportado desde Egipto a Roma en el año 37 d.C. por el emperador Calígula para la construcción de un circo romano, instalado allí por el Papa Sixto V en 1586.
Según la leyenda, el obelisco solía tener en su cúspide una esfera de bronce con los restos de Julio César, pero fue reemplazada por una reliquia de la cruz de Cristo. Todo este majestuoso escenario está protegido por 284 columnas, de 16 metros cada una, que generan la sensación de dar un gran abrazo a los visitantes.
Yamaa el Fna, Marakech, Marruecos
Es el auténtico corazón de la ciudad, punto de partida de varias de las rutas de interés turístico, rodeada de restaurantes, tiendas, hoteles y edificios públicos. Su actividad varia a lo largo del día. Durante la mañana es el escenario cotidiano de actividades comerciales, desde domadores de monos que se asedian a los turistas hasta encantadores de serpientes, pasando por dentistas exponiendo sus últimas piezas extraídas. Al caer la noche las tradiciones culturales marroquíes invaden el lugar, desde puestos comida para cenar, músicos y espectáculos populares.
La envuelven una serie de mezquitas, entre las que se destaca la de Kutubía, levantada en el siglo XII y que domina el horizonte con su alminar, el monumento más representativo de la ciudad y que sirvió como modelo para los de los edificios religiosos musulmanes de la Torre Hassan, en Rabat (Marruecos), y la Giralda, en Sevilla (España).
Existen diferentes versiones sobre el origen del nombre de la plaza, aunque el consenso sugiere que se trata de “asamblea de la aniquilación”, ya que era el lugar donde se ajusticiaba a los que delinquían.
Desde 2008 integra la lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Plaza de la Ciudad Vieja, Praga
La ocupación nazi de la actual República Checa seis meses antes del inicio de la Segunda Guerra y su liberación, después de finalizada la contienda bélica, tuvieron mucha incidencia en la protección del patrimonio del país europeo. Por lo que puede encontrarse allí, grandes muestras arquitectónicas de todas sus épocas.
La plaza de la Ciudadd Vieja fue el centro de la vía pública en la Edad Media. Desde el siglo XI fue cruce de calles comerciales y lugar de mercado. Desde entonces, Staromestské Namesti fue escenario de eventos históricos como la ejecución del párroco Jan Zelivsky durante las Guerras Husitas (1420-1434) y otras tantas más durante la rebelión de los bohemios contra los Habsburgo, en 1621.
La vía Karlova, rodeada por un laberinto de callecitas por el que perderse a voluntad, conduce a la Plaza de la Ciudad Vieja o Starometské námestí. Un sitio rodeado de terrazas, que son la fachada de importantes edificios como la iglesia Nuestra Señora de Tyn que responde al estilo gótico, el ayuntamiento, con una galería panorámica a la que se puede subir y el famoso reloj astronómico.
Plaza Tianammen, Pekín
Considerada la plaza más grande del mundo con 440.000 metros cuadrados de extensión y 880 metros de largo por 500 de ancho. Fue concebida por el gobierno comunista en 1949 como escenario de actos políticos envergadura. Está emplazada en la Ciudad Prohibida y alberga además otros monumentos simbólicos como el mausoleo de Mao Zedong, donde se encuentra embalsamado el cuerpo del antiguo líder comunista, el obelisco que homenajea a los Héroes del Pueblo, la Asamblea Nacional o el Museo Nacional de Historia y de la Revolución.
Jardín Principal San Miguel de Allende, Guanajuato
Cuando se piensa en una plaza representativa de México, la primera imagen en aparecer es la de El Zócalo del D.F. o Plaza de la Constitución, según su nombre oficial, esa superficie de puro cemento y piedra, casi rectangular de aproximadamente 46800 m². Algún romántico, imaginaría a Garibaldi, donde reinan los mariachis, grupos norteños y otros, todos ataviados en sus trajes impolutos, dispuestos a la serenata y ávidos de propina. Sin embargo, a algo más de 370 kilómetros de distancia se encuentra una de las joyas más coloridas del país del norte.
Al igual que la mayoría de los poblados mexicanos, el animado sitio es protagonista de actividades populares, con la plaza principal de San Miguel de Allende como principal centro de atracción. A diferencia de otras plazas nacidas en la época colonial no se denomina zócalo o Plaza de Armas, sino que tomó su denominación de su propia esencia: sus bellos árboles de laurel.
Un espacio ideal para sentarse y admirar la famosa Parroquia Neogótica de San Miguel Arcángel color palo de rosa, única en México y hermosos edificios que sobreviven impolutos desde el siglo XIX.