Un conductor, el colector y pasajeros de un autobús de transporte público fueron testigos del asesinato de un trabajador petrolero que ocurrió la mañana de ayer. Así lo reseña eltiempo.com.ve /
Las detonaciones del arma de fuego los tomaron por sorpresa. Con asombro vieron cómo un desconocido mataba a otro a traición.
Cerca de la 9:00 am, en la parada del Bus de Transporte Rápido (BTR) de Molorca la unidad se había detenido y recogido a un pasajero. Cuando se desplazaban frente a la entrada del barrio, el hombre sacó un arma y le disparó por detrás a Julio César Freites Weky, de 34 años, quien recibió los balazos en la parte posterior de la cabeza.
Freites Weky, quien iba sentado en el puesto del copiloto de la unidad que cubría la ruta Barcelona-Puerto La Cruz por la avenida Intercomunal, falleció de inmediato.
Grabado
Una vez que cometió el homicidio, el criminal se bajó del bus, se montó en una moto donde lo esperaba un compinche y huyó hacia el barrio Molorca. Al parecer, el motorizado seguía el bus.
Se supo que el asesino podría ser identificado en corto plazo, porque la ocurrencia del hecho quedó registrada en una cámara de video que tenía el transporte.
A la escena del suceso acudieron detectives del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) de Barcelona, quienes llevaron el cadáver de Freites al recinto forense del hospital Razetti.
Se supo que los policías manejan el móvil de la venganza, aunque no descartan otras hipótesis.
La víctima recibió dos tiros en la región occipital, que le salieron por la boca y la nariz.
Militza Freites dijo que su sobrino Julio trabajaba en la refinería porteña desde hacía 10 años y vivía en una residencia en La Gulf, en Puerto La Cruz. Era soltero y sin hijos.
Comentó que Freites era un buen muchacho y que nunca le conocieron enemigos. Presume que lo confundieron con otra persona. Desconocía cómo habían pasado los hechos y quién es el homicida.