Juan José Pérez: La economía venezolana llegó a un punto de quiebre

Juan José Pérez: La economía venezolana llegó a un punto de quiebre

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“El escenario económico de Venezuela se caracteriza por un aumento alarmante del empobrecimiento de la población, reducción del poder de compra del salario, hiperinflación, desmejora de la calidad de vida de las mayorías y un bolívar pulverizado, panorama ante el cual el gobierno de Nicolás Maduro no reacciona para buscar soluciones”.





Nota de prensa

Así lo refiere Juan José Pérez, secretario ejecutivo del Voluntariado Unidad y Cambio por Bolívar, quien ve poco probable por parte del presidente de la República la aplicación de medidas planteadas por economistas y la Asamblea Nacional que conduzcan a estabilizar la maltrecha economía venezolana.

“Apostar a una recuperación súbita de los precios petroleros que han venido ajustando hacia la baja en los dos últimos años, y pensar que se puede paliar la crisis con los recursos con que se disponen en reservas, es no sólo peligroso para la salud financiera del país, sino que conlleva riesgos muy altos sobre la inflación, la moneda, la economía y el empleo, afectando con mayor severidad a la población menos favorecida”, manifiesta Pérez.

En este sentido, reitera su opinión sobre el fracaso del mal llamado socialismo del siglo XXI, en el que el único soporte con el que contaría el presidente Nicolás Maduro para permanecer en el poder son las Fuerzas Armadas y el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), parcializado a su favor.

“Maduro se sostiene en el poder solo por el apoyo de las Fuerzas Armadas, ya cuestionadas severamente por el alto índice de corrupción, tráfico de drogas y violaciones de Derechos Humanos, quienes están haciéndose cómplices del peor desastre económico social, industrial y laboral del país más rico de Latinoamérica”, agregó Pérez.

El dirigente destaca que las elecciones no garantizan que el elegido se comporte democráticamente, colocando como ejemplo el caso de Alemania con la elección de Adolf Hitler, Benito Mussolini en Italia, y Hugo Chávez en Venezuela, por lo cual es fundamental fortalecer las instituciones.

En tal sentido Pérez recuerda que el comunismo como sistema político y económico ha fracasado en todas las naciones en las que se ha implementado, dejando un saldo de hambre, miseria y destrucción a su paso que siempre ha requerido años de esfuerzo para poder salir adelante.

Avanzar hacia el revocatorio

Por otro lado, si bien la elección directa de los gobernantes es lo más democrático, un derecho constitucional que sirve de mecanismo pacífico, electoral y democrático para el cambio, como lo es el referendo revocatorio, es violentado por el gobierno nacional y las instituciones del Estado, en este caso el Consejo Nacional Electoral (CNE) al dilatar cada vez más este proceso.

“La economía venezolana ha llegado a un punto de quiebre que no permite esperar un día más para que el gobierno tome decisiones en materia de escasez, fundamentalmente, vemos con mucha tristeza que la ciudadanía impotente se vaya a la violencia generando saqueos en búsqueda de alimentos inexistente gracias a la política destructiva del aparato productivo diseñada por este gobierno”.

“Hemos visto como el Ejecutivo ha entorpecido en que se realice la consulta al pueblo, poniendo obstáculos que no están contemplados en la ley, tardanza en los lapsos establecidos, pero ante ello fieles como demócratas y venezolanos que somos le exigimos al gobierno que no siga retardando la realización del mismo”.

Pérez advirtió que impedir el revocatorio “será mucho peor tanto para el gobierno como para quienes actualmente no están gozando de una buena alimentación y salud, pues la vida del venezolano está en vilo ya que debe de defenderse de la inseguridad, si no fallece de una desnutrición, o una enfermedad por no conseguir las medicinas, entonces el hampa le cegara la vida”, agregó.

A juicio del vocero, por la grave situación en Venezuela detener y revertir la crisis requerirá de una combinación especial de políticas económicas que afecten al tipo de cambio, el presupuesto fiscal, la oferta monetaria y en algunos casos, medidas directas que apunten a los precios y salarios.

“Un programa de estabilización serio y creíble con una total disciplina de política económica altamente profesional, transparente, lejos de la influencia polítiquera que no hemos tenido desde 1983”, finalizó.