Años atrás el fenómeno de la indigencia surgía por situaciones de alcohol, drogas y problemas familiares. Hoy uno de los principales detonantes de esta penuria es la crisis que se vive en el país, reseñó El Impulso.
Por Mariángel Massiah
Actualmente según el sociólogo Nelson Fréitez, existe una categoría de pobreza crítica y pobreza extrema. La condición de pobreza crítica se refiere a la situación de los grupos familiares cuyos ingresos mensuales monetarios no alcanzan para cubrir el valor de la canasta básica de alimentos y servicios. “Los hogares que están en situación de pobreza crítica son aquellos que no pueden pagar los bienes básicos”.
Las familias en pobreza extrema son aquellas que no tienen ni siquiera para comer en un día, se consideran que están en indigencia porque no tienen garantizada la sobrevivencia diaria, teniendo incluso que buscar los alimentos en cualquier lugar, ya sea un basurero o en un lugar de disposición de residuos sólidos, por no tener que comer o solo les alcance para alimentarse una vez al día.
“Esas familias que están en la indigencia han ido creciendo en los últimos tres años, porque en Venezuela desde el 2013 se incrementó la población en situación de pobreza”, indicó Freitez.
Cuando el poder adquisitivo o de compra de una familia está disminuyendo constantemente, como lo que está pasando con esta situación económica que se vive, hay personas que abandonan a sus familiares porque no tienen con qué hacerle frente a esta condición.
En Barquisimeto es reconocido un caso en la urbanización La Ribereña, donde fue abandonado un adulto mayor en la entrada de una vivienda, para dejarles su responsabilidad a otros, indicó el economista Aníbal Peña Javitt.
“La situación de indigencia claramente se está agudizando por el aumento de la pobreza y el poder de compra que disminuye constantemente por la pérdida del valor”.
Diariamente hay una pérdida del valor de la moneda y por ende disminuye el poder adquisitivo.
“Cuando la persona cuenta con el apoyo de la familia, la indigencia no debería ser una consecuencia de ello, pero como toda la familia se ve involucrada a aquel problema, viene la diversificación y sucede la indigencia, no pudiendo hacer frente a todas las necesidades”, expresó.
Inflación y deterioro
Una de las razones por la cual esta cifra se elevó, es por el incremento de la inflación, Fréitez estima que para final de año sea de un 800%. Asimismo, no se conoce la velocidad en el aumento de precios al consumidor, puesto que el Banco Central de Venezuela, no publica los números; los cuales, al unirse con la escasez crónica, aumenta el precio de los alimentos.
El salario se deteriora por la inflación y los ingresos que obtienen los grupos familiares más pobres se van en la compra de algunos alimentos ocasionalmente, generando un cuadro de empobrecimiento extremo.
La inflación de acuerdo al Fondo Monetario Internacional, debe estar cerca del 720%, y para el final de año estará en camino a una hiperinflación. Para sobrellevarse se tendría que aumentar un 50% adicional el índice de precio del consumidor mensualmente, actualmente se realiza en un 25% este incremento.
“El gobierno con el aumento seguido de los sueldos, complica más la situación, puesto que el salario mínimo es aumentado tres veces al año y la producción no incrementa, y todos los artículos son traídos del exterior”, añadió Peña Javitt.
Afirmó que luego de que iniciaron las medidas populistas, se gasta más de lo que ingresa, y a su vez fue modificada la ley del Banco Central de Venezuela para financiar al Estado. “Hoy se está emitiendo dinero inorgánico en la Casa de la Moneda de Maracay, esos billetes no tienen respaldo de la producción y cuando van a la calle, la inflación se incrementa, porque hay una gran cantidad de dinero persiguiendo productos que no se consiguen y no se producen”.
Fue a partir de 1999 que arrancó la casa de la moneda a hacer billetes en Venezuela. Una economía que va a aumentar salarios tiene que hacerlo mediante la producción, para tener mayor ingreso adquisitivo.
“Aunque una persona tenga Bs. 15.000 o Bs. 20.000 en el bolsillo, esto no le alcanzara para nada, porque la moneda en estos momentos no vale nada, y hay una pérdida constante del valor de compra y adquisitivo, existiendo una anarquía en los precios, un objeto el día de hoy puede valer 1.000 bolívares e incrementa a 1.500 el día de mañana”.
Los saqueos conforman una salida desesperada de un grupo de personas que no consigue para satisfacer dichas necesidades. “Si luego de dos o tres días en cola y con hambre, sin conseguir su alimento, la gente cae en desesperación y sus medidas consecuentes”.
Peña Javitt afirma que: “Si nos damos cuenta ni el billete de 2, 5, 10 o 20 valen nada. Y el billete de mayor denominación no alcanza ni para comprar un pan canilla, puesto que su precio es de Bs. 500 y en línea general, una persona que gane sueldo mínimo, solamente con lo que gana al día, se puede comprar un pan. De allí sale el problema de la desnutrición, la pobreza y en algunos casos, la indigencia”.
En el caso de los estudiantes, al no alimentarse bien, son personas que sufren de desnutrición y no logran rendir en su labor, tanto en bachillerato, y más aún a nivel superior.
“La mayoría de las inversiones realizadas por el gobierno son de interés social, en proyecto sociales se han gastado más de 500.000 millones de dólares y se siguen gastando en la Misión Vivienda, pero no se aporta en lo necesario para disminuir el aumento de la pobreza. Nada se hace con darle una vivienda a una persona, y que esta no pueda adquirir los productos para satisfacer sus necesidades”.
Panorama crítico
El panorama para lo que queda de año, de no tomarse las medidas de ajuste, la pobreza crítica va a seguir incrementando.
Fréitez destacó que: “La clase media venezolana de antes, es la que está sufriendo la pobreza crítica, y quienes se encontraban en pobreza crítica ahora sufren pobreza extrema”.
75% de los hogares venezolanos están en situación de pobreza crítica, el 42% de pobreza extrema y un 30% desde que se levanta no tiene nada que comer. En líneas generales, el empobrecimiento es acelerado y agudo, puesto que cada día aumenta el número de familias que pasan a situación de pobreza.
La indigencia en Venezuela aumenta, y los signos se ven cada día cuando se observan personas viviendo de la recolección de basura, existen muchos testimonios y evidencias que lo demuestran.
La cifra exacta de personas en situación de calle es difícil de obtenerlo en estadística, pero en las ciudades demuestran un incremento acelerado.
El sociólogo Nelson Fréitez relató que el expresidente Hugo Chávez, había afirmado que dejaría su cargo si no disminuían los niños que vivían en la calle, pero esta situación ha incrementando y no se ve un panorama de disminución.
“¿Por qué la gente vive en la calle?, simplemente porque no les alcanzan los ingresos y los grupos familiares se desintegran, y comienzan un periodo de sobrevivencia cotidiana, donde no tienen garantizado lo mínimo para vivir. Las personas llegan a estar deambulando por la calles a ver como resuelven la vida cotidiana”.
Quién ha vivido en la sobrevivencia sabe lo que significa no tener para comer, desintegrándose el núcleo familiar y por ende el hogar, las personas recurren a dormir donde los agarre la noche, produciéndose un deterioro progresivo, donde se pueden encontrar con el alcohol y las drogas.
“Los que se encuentran en la calle, pueden sufrir violencia de todo tipo, principalmente por parte de la policía y los delincuentes. Y a medida que aumenta la pobreza y el desabastecimiento, más ciudadanos formarán parte de este grupo”.
Actualmente pertenecemos a una sociedad que no garantiza la seguridad ni a los niños ni a los adultos mayores, que pertenecen a la población más vulnerable y susceptible por no valerse por sí misma.
En Venezuela las instituciones sociales que deben protegerlos están totalmente desarticuladas, gran mayoría de los programas y misiones sociales que debían atender a los adultos mayores, realmente no han funcionado con la cobertura y calidad suficiente. Para esta fecha han sido eliminados gran parte de programas alimentarios como la Casa de la alimentación y Casa de los abuelos, según información impartida por Fréitez.
Razón por la cual los abuelos viven a la intemperie sin ningún tipo de protección, si tener garantizado ni siquiera el almuerzo. Así, aquellos niños cuya principal fuente de alimentación eran los comedores escolares, están desamparados porque estos han disminuido gran parte de su dotación.
“A la gente no le da pena decir que esta pobre y ahora llegan a los sitios donde están las bolsas de basuras y las abren a ver que consigue, porque cuando la gente tiene hambre puede llegar a situaciones extremas”.
Según Fréitez la primera etapa de esta crisis se considera una emergencia, y la siguiente fase es la hambruna.
“Aquí hay zonas del país con centros poblados con menos de 20.000 habitantes, donde no llega ni siquiera un alimento procesado que pueda cubrir la demanda. Muy peligroso desde el punto de vista social, institucional y político”.
También indica que la nación venezolana no está preparada para vivir una situación extrema como la que se está viviendo. Arturo Uslar Pietri decía hace 20 años, que el día en que bajaran abruptamente los precios del petróleo nos íbamos a encontrar con una situación extrema, que iba a requerir la presencia de la Cruz Roja Internacional, para que repartieran platos de sopas en la esquinas y eso es lo que se está requiriendo hoy en Venezuela, programas alimentarios de emergencia para que se distribuya comida para la gente en situación extrema de hambre.
La situación idónea será la bonanza económica, porque se tendría producción, empleo, aumento del salario y por lógica se daría incremento en el poder adquisitivo, y la familia podrá hacerle frente a las necesidades totales y no se incrementaría ese grupo de personas en situación de calle.
Cómo solventar
Se debe trabajar por mejorar la situación económica del país y que el Gobierno se encargue del problema que están viviendo todas estas personas en situación de crisis, haciendo inversiones convenientes y que, además de prometer un techo, ofrezcan alimentos, educación, y seguridad al salir del hogar.
“La única solución es el cambio de modelo económico, porque de lo contrario, Venezuela no tendrá vida en materia de recuperación de la economía y se profundizará la crisis”, indicó el doctor Aníbal Peña Javitt.
El actual modelo basado en el socialismo del siglo XXI no ha dado buenas respuestas en ninguna parte, incluso Cuba que cuenta con una apertura comercial, con un sistema político más duro, pero económico abierto, permite la importación y el turismo, reactivándose de esa manera su aparato productivo.
Se tiene que retomar esa confianza, que no exista la invasión de la propiedad privada, que no se hagan nacionalizaciones y confiscaciones, respetándose el estado de derecho y la separación de poderes, ya que ocasiona una anarquía y eso es lo que se está viviendo en este momento.
“Si se da la producción, existirán mayores productos en los anaqueles y un mayor porcentaje la ciudadanía va a poder adquirirlos”, destaca el economista.