Con la captura en flagrancia de Alexander Trujillo Sánchez, un mototaxista de 33 años, en octubre de 2015 cuando abusaba de una mujer en la recta Cali-Palmira, hubo una especie de alivio al pensar que se tenía entre rejas al denominado ‘Violador de la recta’, en relación con al menos seis casos de abuso sexual en la vía Cali-Palmira cometidos entre julio y agosto del 2015.
Sin embargo, la Policía y Fiscalía no descartaban la existencia de otra persona, teniendo en cuenta que las descripciones de varias víctimas no coincidían con las de Trujillo, un hombre bajito, robusto, de 35 años.
Varias de ellas hablaban de un hombre de tez trigueña, joven, de cuerpo atlético, que vestía prendas deportivas y distintivos especiales en los casos de motociclista que al parecer alternaba para evitar ser identificado.
Fueron diez meses de seguimientos, recopilación de información, cotejo de fuentes y permisos judiciales, entre otras labores por parte de la Policía y el CTI de la Fiscalía en su objetivo de esclarecer el caso y encontrarse con el perfil de un hombre que frecuentaba las pasarelas como modelo pero al parecer en las noches tenía actividades ocultas.
Las denuncias hechas por mujeres víctimas en un triángulo entre Palmira, Yumbo y Cali llevaron a la detención del modelo y fisicoculturista Jefferson Mejía Riascos, finalista del concurso Mister Colombia en el 2013.
El operativo se cumplió en la madrugada del viernes en el barrio El Prado, de Palmira, por parte de la Dijín de la Policía y el CTI de la Fiscalía.
Durante la audiencia de imputación de cargos, la Fiscalía reveló los detalles de la investigación que llevó a que este joven, que también se dedicaba a ser árbitro de fútbol en Cali, además de realizar algunas actividades sociales en Palmira, fuera acusado de nueve presuntos casos de abuso sexual contra mujeres.
Un año de pistas y acertijos
La carretera entre Cali y Palmira fue durante julio y agosto en el 2015 una zona que las mujeres temían cruzar. En ese lapso fueron cinco denuncias de violación, pero la experiencia de las autoridades señala que en este tipo de delitos otras prefieren callar.
Describían a un hombre en motocicleta, quien intimidaba a sus víctimas y las conducía hacia un cañaduzal donde abusaba de ellas.
De acuerdo con Fiscalía, víctimas denunciaron abuso sexual, golpes y amenazas. Los tratos humillantes y las agresiones llevaron a que una joven permaneciera recluida en su habitación durante dos meses.
“Según las víctimas este hombre usaba casco y una bufanda para no ser reconocido. La descripción era la de un hombre alto, con cuerpo atlético y de tez morena. También, decían que usaba licras deportivas y eso no concordaba con la persona que fue detenida en octubre”, explicó Ariel Lozano, director seccional de Fiscalías de Cali.
Tras la captura del primer hombre, los abusos sexuales denunciados en la recta Cali – Palmira desaparecieron.
Pero entre febrero y marzo las agresiones sexuales denunciadas se empezaron a dar en la vía que conduce de Cali a Yumbo. Y llegaron más detalles, como el uso de un casco negro con detalles naranjas y las placas de la motocicleta en la que se movilizaba el agresor.
“Durante una intervención en ese municipio pudimos dar con la cédula del sujeto, ahí empezó la vigilancia para reunir pruebas”, agregó el director de la Fiscalía.
Fueron cuatro denuncias en el sector de Yumbo y todas las mujeres aseguraron que el agresor portaba un reloj y un anillo en su mano izquierda y que tenía un tatuaje, descripción similar a la del sospechoso.
A través del Fiscal 157 de Yumbo se logró autorizar una orden para el seguimiento, durante 20 días, del presunto agresor.
Pero algo que vino a consolidar la investigación fue una prueba de ADN. Obtenerla fue un proceso. Se consiguió de una botella con agua que el hombre utilizó durante una rutina de ejercicio. Así se logró establecer que su ADN coincidía con residuos seminales hallados en cuatro de las víctimas.
“El hombre no usaba preservativo, por lo que pudimos constatar que había una coincidencia con los rastros adquiridos por Medicina Legal, ahora teníamos las pruebas y había que ir tras él”, contó Ariel Lozano.
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