La fiscal general de Estados Unidos, Loretta Lynch, confirmó hoy que el Departamento de Justicia “no presentará cargos” contra la virtual aspirante demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton, por el caso de sus correos electrónicos.
EFE
En un escueto comunicado, la titular de la Justicia estadounidense indicó que, tras reunirse hoy con el director del FBI, James Comey, y otros agentes que llevaron a cabo la investigación, “recibió y aceptó su recomendación unánime” de “cerrar” el caso y “no presentar cargos contra ninguna de las personas involucradas en el ámbito de la investigación”.
De esta forma, la fiscal general pone fin a la vertiente judicial de la polémica generada sobre el uso de un correo privado por parte de Clinton cuando era secretaria de Estado (2009-2013) para tratar asuntos de interés nacional.
El anuncio de Lynch era previsible, pues ya había asegurado con anterioridad que aceptaría las conclusiones del Buró Federal de Investigaciones (FBI).
La secretaria de Justicia acabó en el ojo del huracán la semana pasada en relación al tema, después de que mantuviera un controvertido encuentro con el expresidente Bill Clinton en la recta final de la investigación.
La procuradora aseguró que la conversación se centró en los nietos del matrimonio Clinton y que, en ningún momento, surgió el tema de los correos electrónicos de la ex primera dama durante ese encuentro casual, que ocurrió el lunes de la semana pasada en el aeropuerto de Phoenix, en el estado de Arizona.
La fiscal general decidió explicar su papel en el caso e hizo hincapié en que se dedicaría únicamente a revisar el informe final sin usar su poder para anular la investigación o influir en la posibilidad de llevar a juicio a la política demócrata.
La secretaria de Justicia aseguró que esa decisión se tomó hace meses para despejar cualquier duda sobre un posible conflicto de intereses, pues Lynch fue nombrada por el presidente de EE.UU., Barack Obama, y anteriormente fue nominada por Bill Clinton para la Fiscalía del Distrito Este de Nueva York.
Comey informó ayer que el FBI recomendaba no presentar cargos contra la también ex primera dama tras revisar durante más de un año 30.000 correos electrónicos sobre asuntos oficiales enviados y recibidos a través de “varios servidores” privados instalados en “numerosos” dispositivos móviles que la ex secretaria de Estado usó dentro y fuera de EE.UU.
Clinton reconoció entonces que habría sido “más inteligente” usar una cuenta oficial y entregó en octubre del año pasado 55.000 páginas de correos electrónicos de esa etapa al Departamento de Estado, que publicó comunicaciones de la ex primera dama de manera mensual hasta el 29 de febrero.