Hace 205 años nuestros próceres firmaron el Acta de Independencia de Venezuela, liberándonos del yugo español. Nuestros antecesores lucharon por la integración, la libertad y la igualdad, construyendo historias de futuro y de evolución para los venezolanos.
Quien imaginaría que dos siglos después de la ruptura de lazos coloniales que nos hizo una nación libre, los venezolanos estaríamos sometidos al yugo de la corrupción, el desgobierno y la desesperanza; y que estaríamos luchando nuevas gestas y enfrentando humillaciones.
“El ejercicio de la justicia es el ejercicio de la libertad”, decía nuestro Libertador Simón Bolívar. Cuan distante está esa célebre frase de la realidad que vivimos y sufrimos en el país.
No se puede hablar de independencia, en una nación donde no existe el más mínimo respeto hacia los derechos fundamentales de los seres humanos. Donde su gente no puede salir tranquila a la calle por temor a ser atracada o asesinada en manos del hampa. Donde los crímenes quedan impunes, y pensar diferente es un delito. Donde las libertades están secuestradas. Donde los derechos a la vida, a la salud y a la alimentación no están garantizados.
Nos tratan como esclavos, ignorando el sueño supremo de quien dio su vida para hacernos libres. Intentan humillarnos, controlando lo que comemos o dejamos de comer; obligándonos a colocar el dedo en una maquina captahuellas para fiscalizar lo que compramos. Apuestan a la ignorancia y miseria de todo un pueblo para mantenerse en el poder. Como bien advertía el padre de la Patria: “La esclavitud es hija de tinieblas, un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción”. Sin duda, ése es su juego.
Independencia es soberanía; es vivir en libertad y con derechos para todos.
Este año, todos nos unimos a la lista de héroes que firman por el futuro de sus hijos y de Venezuela. Así como, el 5 de julio el pueblo le dijo que no a la corona Española. Hoy, el mismo pueblo heroico, dice que no a este modelo fracasado.
Los venezolanos somos hijos de los héroes que lucharon por Venezuela y, como ellos, lucharemos por superar la peor crisis de la historia. Por eso no dejaremos de luchar hasta alcanzar nuestro sueño de alcanzar una Venezuela de progreso, futuro y oportunidades para todos por igual.
Como nuestros próceres, seamos los héroes de nuestros hijos y luchemos por su futuro. Juntos vamos a revocar el hambre. Vamos a revocar a Maduro.
¡Revocatorio es Independencia!
¡Por Venezuela vale la pena seguir luchando!