Un día después de que más de 35 mil venezolanos tuvieran que cruzar la frontera para poder adquirir alimentos y productos de primera necesidad, el “primer presidente obrero, hijo de Chávez”, Nicolás Maduro, encadena a Venezuela para anunciar un anuncio, donde anunciará algo y culpará a otros.
En esta oportunidad, el equipo de presidente, volvió a sacar al “Chávez de cartón”. Suponemos que para que la gente recuerde al fallecido mandatario con la esperanza de que vuelva a subir su inexistente popularidad.
La palabrería de Maduro pasó por la “guerra económica”, “los Motores”, “la oligarquía”, “los enemigos de la patria” y pare usted de contar. Dijo que están construyendo el socialismo y hasta definió los principales problemas del país… es decir, no asumió su culpa y siguió tirando flechas.
Tanto es la cosa, que el Consejo de Ministros soltó un “carómetro bolivariano” histórico.
Mientras su “hijo” sigue volviendo leña a Venezuela, un silente “Chávez de cartón” sigue ahí… viendo a lo lejos la embarrada que puso y que Nicolás supo regar.