Reynaldo Díaz, secretario general del Sindicato de Trabajadores Eléctricos, Similares y Conexos del distrito Capital, estado Miranda y estado Vargas y miembro de la Unión Nacional de Trabajadores (Unete), hizo un llamado al paro indefinido en el área administrativa y de mantenimiento de Corpoelec, ya que tienen más de cinco años con el contrato colectivo vencido.
Nota de prensa
El integrante del Comité Ejecutivo de la Federación de Trabajadores Eléctricos de Venezuela (Fetraelec) detalló que después de que a Policía Nacional Bolivariana (PNB) intentara reprimir la marcha que realizaron los trabajadores eléctricos el pasado viernes hasta la Vicepresidencia, lograron reunirse con Oswaldo Vera, ministro del Trabajo y el viceministro, José Ramón Rivero.
“Ellos nos aseguraron en esa reunión que la empresa no tiene recurso para la firma del contrato colectivo. Sin embargo, vemos a diario a los usuarios quejándose porque se les ha aumentado la tarifa, entonces, ¿en dónde está el dinero de esa recaudación?”, cuestionó Díaz.
El sindicalista señaló que en la reunión “el ministro del Trabajo le solicitó a Corpoelec una propuesta de contrato colectivo y una vez presentada, ésta fue rechazada por el propio ministro debido a que iba en contra de la progresividad de los derechos de los trabajadores. La propuesta que se discute es la presentada por nosotros y esa es la que se ha negociado desde marzo”, continuó.
Díaz agregó que el día sábado se realizó otra reunión con el ministro del Trabajo, quien informó que la Vicepresidencia asumirá la representación de Corpoelec en la negociación del contrato colectivo.
“Se comprometieron a llamarnos ese mismo sábado en la tarde o el domingo y ya es lunes y no se han comunicado, por eso reiteramos el llamado a paro nacional indefinidos como lo hicimos el pasado 6 de julio”, alertó.
El representante sindical aseveró que si no logran de esta forma la firma del contrato colectivo, agudizarán las medidas. Además, reiteraron el llamado al presidente Nicolás Maduro a que firme las clausulas del contrato colectivo, ya que “los trabajadores siguen recibiendo un salario de hambre. Los botones por años de servicio los trabajadores lo han tenido que vender, empeñar, para poder hoy inscribir a sus niños en el colegio, para poder medio comer”.