El segunda base venezolano José Altuve ha vuelto a ser el gran líder de los Astros de Houston y el pelotero que por cuarto año consecutivo llega al Juego de las Estrellas.
EFE
Altuve, de sólo 26 años, es todo un veterano en las Mayores, pero su gran éxito es que cada día aprende más de los mejores que hay en la competición y no tiene ningún reparo en reconocerlo.
La estrella de los Astros tiene por lema escuchar siempre y valorar los consejos que le dan otros profesionales, como sucede con todos los que ha recibido del estelar dominicano Robinson Canó, de los Marineros de Seattle.
“No tengo ningún problema en admitir que realmente escucho lo que me dice Canó“, declaró Altuve mientras se prepara para el Juego de las Estrellas. “Jugamos mucho el uno contra el otro -los equipos de una misma División se enfrentan 19 veces cada año- y él siempre tiene algo (positivo) que decirme“.
Altuve no sólo es un discípulo aplicado sino que es consciente que todo lo bueno que le hace el recibir la ayuda de un profesional de la talla de Canó.
“Cada vez que me habla, le pongo atención a lo que dice”, reconoció el “pequeño gigante” de los Astros, un nativo de Maracay, capital del estado Aragua de Venezuela. “Sé que todo lo que me dice tiene valor. Le agradezco todo lo que ha hecho por mi”.
Instalado de nuevo como uno de los mejores bateadores en la meca de la pelota, Altuve suma números que serían de la envidia de cualquier pelotero de mayor edad.
“Las estadísticas son importantes, pero lo que más es que me doy cuenta que progreso con mi juego y que sobre todo ayudo a mis compañeros y al equipo a conseguir triunfos”, destacó Altuve.
El segunda base de los Astros, la pasada temporada encabezó la Liga Americana en hits (200) y bases robadas (39) por segunda campaña consecutiva y se convirtió en el primer pelotero en la historia del equipo de Houston con un par de centenares de imparables en cada una de dos contiendas al hilo.
En 89 encuentros de la actual justa —ocho más que la mitad de los cotejos que juega cada equipo anualmente– suma 119 indiscutibles.
Altuve el pasado junio superó los 900 indiscutibles en las Grandes Ligas con apenas 722 partidos disputados.
La oportunidad previa en la que un pelotero hilvanó una estadística tan impresionante data de los comienzos del legendario dominicano Albert Pujols, un casi seguro futuro integrante del Salón de la Fama, que lo hizo en 717 juegos.
“Se trata de estar siempre listo para darlo todo en el campo y eso es lo que hago cuando salto al diamante”, destacó Altuve. “Tener un gran apoyo de los compañeros es muy importante”.
Altuve en lo que va de temporada ha mostrado mayor solidez a la hora de pegar a la pelota, como lo demuestra los 14 jonrones que ha conseguido, a uno de empatar la mejor marca que logró en el 2015 cuando conectó 15.
El segundo base criollo considera que la razón para su alto promedio y su progreso en el aspecto del poder es su mayor selectividad en el plato.
El único que tiene un mejor promedio que Altuve (.341) en el 2016 es Daniel Murphy, segunda base de los Nacionales de Washington, que encabeza el Viejo Circuito con porcentaje de .348 con el bate.
“Creo también que este año estoy teniendo mejores pitcheos para batear, esa ha sido la diferencia”, analizó Altuve. “No estoy persiguiendo (los envíos malos) mucho. Estoy concentrado en batear los strikes, en dejar pasar las bolas, en llegar a base. Ha sido la clave este año”.
Entusiasmado por el éxito de los Astros en el 2015, por el respaldo de los aficionados de Houston para el equipo dirigido por A.J. Hinch y por la forma como ha reaccionado su club en el 2016 luego de una arrancada discreta, estar presente en un Juego de Estrellas ya no es novedad para Altuve.
Pero no por eso va a dejar de apreciar su incursión en este tipo de reunión anual rodeado por los principales ases del planeta.
“No importa si tenga uno, dos, tres, en el caso mío es el cuarto, me siento igual de contento como si fuera el primero y cada vez es un sueño hecho realidad”, agradeció Altuve. “Hay muchachos como mi compatriota Miguel Cabrera que llevan 11 y están igual de entusiasmados con participar”.
Por ser el primer bate en el partido en San Diego, va a ser el adversario inicial del abridor de la Liga Nacional, el dominicano Johnny Cueto, algo que le agrada porque le ha cogido buen pulso a ese turno con los Astros, aunque ha alineado bastante de segundo y tercero.
“No se lo que haré cuando esté en la caja de bateo, pero el hecho de enfrentarme a un lanzador latino, excelente, como Cueto es todo un honor para nuestros países y el deporte del béisbol”, agregó.